Todos los cubanos tenemos una historia que contar de Fidel. Su humanidad llegó hasta el último rincón de la Patria que lo recuerda.
Fidel se multiplica en millones de agradecidos y comprometidos que le acompañan y siguen.
En los testimonios de decenas de consolareños, en Pinar del Río, se reconoce al hombre inmenso, a quien los años mantiene vivo en la gratitud y el respeto, de los que no olvidan.
Así en las montañas del sur de la provincia, su nombre resuena en las tantas familias beneficiadas con la Revolución energética, la entrega de viviendas, o tierras.
En el proceso de construcción de la nueva Cuba visitó a los más humildes. Encontró soluciones para transformar los campos haciéndolos habitables y lideró políticas sociales acogidas al pensamiento martiano «con todos y para el bien de todos».
Fidel, en la memoria viva de un pueblo
Todavía resuena en las historias de los habitantes de este territorio vueltabajero el encuentro con un campesino de la zona durante una visita a ese territorio, en la cual el Comandante en Jefe conoció los ingentes esfuerzos del productor y a quien estimuló- mientras colocaba la mano sobre su hombro- con la expresión ¡Así se hace Revolución!».
Fidel no se alió al cansancio, nunca dejó de luchar, rió y lloró, puso mano dura para erradicar vicios y acompañó a los que no menguan en el empeño de luchar por un mundo mejor.
Al mundo enseñó a creer en la justicia, a que los hombres pueden ser mejores y a luchar por la verdad.
Fidel es humanidad, solidaridad, bondad, entrega, consagración, ética, dignidad…
En cada uno de los momentos fue capaz de transformar la historia de Cuba y crear un nuevo modelo en América Latina.
Su presencia es tangible en la amplia red escolar que llega a todos los rincones de Cuba, en el programa de salud pública, en el hijo de una familia de campesinos humildes que se convirtió en el luchador más grande de la historia.
También está presente en las lágrimas de Daniela, la niña que cuando tenía 3 años se salvó de un cáncer y con siete, tan pronto aprendió a leer y escribir le envió una carta de agradecimiento.
Fidel es legado, es presente. Fidel vive.
