El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano fue el evento de ese tipo al que más asistió Gabriel García Márquez: es justo que se estrene ahí la serie Cien años de soledad, aseguró a Prensa Latina su hijo, Rodrigo García Barcha.
Me parece no solo bueno, sino justo y necesario que se presenten sus dos primeros capítulos en el Festival, declaró el realizador colombiano, quien es uno de los productores del audiovisual.
La proyección de las primeras entregas de esa serie de Netflix está prevista para el próximo viernes, 6 de diciembre, en el cine Yara de la capital, y es uno de los momentos más esperados por los seguidores de la cita.
Gabo estuvo en el Festival innumerables veces, y «trató siempre de que ahí se estrenara todo lo que se podía estrenar en lo que él tuviera voz y voto», apuntó su hijo Rodrigo, vía correo electrónico.
La relación de mi padre y de nuestra familia en general con este evento en la capital cubana, y por supuesto, con la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, es profundísima, enfatizó.
Aunque no voy a Cuba hace un tiempo, narró, fui durante muchos años de mi juventud, y tengo muy buenos recuerdos del país y del cine que se hace allí. El Festival ha sido un capítulo muy grande en mi vida y en la vida de mis padres y en la de mi hermano Gonzalo; hice muy buenos amigos, dijo el realizador colombiano. Rodrigo también ofreció detalles sobre su participación en la producción de la serie Cien años de soledad, y explicó que se propuso mantener una distancia respetuosa para que el equipo creativo tuviera el espacio de interpretarla como ellos lo consideraran.
Creo que, para ser fiel a la esencia de la novela, observó, hay que adaptar la obra, son formatos diferentes, medios diferentes.
Siempre comenté y di mi opinión cuando se me pedía, pero quienes estaban haciendo la serie tenían un reto muy grande, y no quería estar ahí como director, guionista e hijo del autor, diciéndoles así sí y así no, recalcó.
José Rivera, quien estuvo a cargo de la primera versión de los guiones, realizó muy buen trabajo enmarcando la historia de una manera ligeramente diferente a como se enmarca en la novela, y creo que lo hizo bien, consideró Rodrigo.
El de esta serie, dirigida por Alex García-López y Laura Mora, es un trabajo de estructura realmente titánico, destacó, tanto de él como de todos los guionistas que se involucraron en la obra. Igualmente, estuve al tanto del diseño original que hizo Eugenio Caballero, y lo que vi me gustó, pero no quería estar «ni picheando ni cachando ni dejando batear», bromeó.
Una condición para realizar el audiovisual fue que se filmara en su totalidad en Colombia, y por supuesto, en idioma español.
Las personas, tanto delante como detrás de las cámaras, tenían que ser colombianos y latinoamericanos, y así se hizo, resaltó el cineasta.
Además, detalló, se construyó un magnífico set para recrear Macondo desde que era piedras en un río hasta el apogeo de la ciudad y luego, su decadencia y final: «creo que es una propuesta visual muy interesante».
(Tomado de Granma)