En la madrugada del 17 de abril de 1961, mil 550 hombres de la Brigada de Asalto 2506, desembarcaron en Playa Larga y Playa Girón, ubicadas en la Bahía de Cochinos en Matanzas, con tanques y blindados, el apoyo de paracaidistas y bombardeo aéreo.
Entrenados por la CIA venían seguros de su victoria y de convertirse en los libertadores de Cuba, estableciendo aquí un gobierno provisional que pediría ayuda a EE.UU.
Pero poco tiempo les llevó aprender la lección, los cubanos estaban dispuestos a defender su Revolución, que era lo mismo que la independencia conquistada en enero de 1959.
«En Playa Girón se está llevando a cabo un desembarco. ¡Despeguen y lleguen allá al amanecer! Fue la voz de Fidel en las primeras horas del lunes 17 de abril de 1961.
«Se está combatiendo en defensa de la Patria sagrada y de la Revolución contra el ataque de mercenarios».
Un día después las tropas invasoras que controlaban las dos carreteras de acceso a Playa Girón son obligadas a retroceder hasta la zona de San Blas. En Playa Larga los asaltantes deciden abandonar posiciones, el ejército cubano controla.
El 18 de abril de 1961 se inició la contraofensiva cubana, con el empleo masivo de artillería adquirida recientemente. La población civil situada en la zona se sumó masivamente al esfuerzo en contra de los invasores.
Centenares de combatientes, en su mayoría jóvenes, junto a los soldados del Ejército Rebelde, la Policía Nacional Revolucionaria y la milicia integrada por obreros, estudiantes, campesinos y el pueblo movilizado, lucharon en condiciones difíciles ante un enemigo bien armado que venía por mar y con el apoyo de la aviación.
Le puede interesar: Julio Camacho Aguilera: como en Girón, Cuba es heroica
Dos días después, sin el apoyo que esperaban, se rindieron ante las tropas cubanas que contaron con la certera conducción del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en el propio lugar de los hechos al frente de la columna de tanques y tropas para la batalla conclusiva, aunque más de uno de sus compañeros trató de disuadirlo por el riesgo que asumía al dirigir desde un blindado la ofensiva.
Hacía solo unas horas, en la céntrica esquina habanera de 23 y 12, la Revolución había declarado su carácter socialista durante el sepelio de las víctimas del bombardeo a varios aeropuertos, que devino preludio de la invasión.
La Victoria de Girón, el 19 de abril de 1961, fue la primera derrota militar del imperialismo yanqui en América Latina.
La Revolución seguía en el poder más unida que nunca. Cuba demostró por primera vez, que era posible una alternativa socialista a las puertas del imperialismo.
