Los vientos que arremetieron contra la unidad de víveres sita en la comunidad de Campo Alegre, del municipio de San Juan y Martínez, no impidieron que los más de 300 consumidores reciban la canasta familiar normada, gracias a la voluntad de los lugareños.
En una de las viviendas ubicadas en ese lugar intrincado de Pinar del Río asumieron el expendio de los productos desde hace varios días.
La bodega tuvo grandes afectaciones por el azote del huracán Ian, con un derrumbe total de la cubierta; sin embargo, en el portal de la casa de un vecino acomodamos para vender el arroz, los frijoles, la leche y los plátanos, que es lo que tenemos aquí por el momento, explicó Ismely Díaz, dependiente.
Como en ese sitio, en otros lugares de la geografía sanjaunera la furia de Ian -huracán categoría tres en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de cinco- se hizo menos intensa ante la voluntad de sus habitantes.
Tal es el caso de la escuela primaria Francisco Vicente Aguilera, en el consejo popular Punta de Carta, donde se impone el empeño de sus 29 trabajadores que laboran por la recuperación del local.
En ambos lugares estuvo hoy Yamilé Ramos Cordero, presidenta del Consejo de Defensa Provincial, y corroboró las acciones que se realizan para restablecer los servicios.
Asimismo, en la Cooperativa de Créditos y Servicios Carlos Marx varias familias damnificadas encuentran espacio para salvaguardar sus pertenencias y comienzan la tramitación para recopilar los datos de los más afectados.
Queda mucho por hacer, recalcó Ramos Cordero, pero tenemos que salir adelante.
Además, insistió en la colaboración de todos para agilizar el proceso y avanzar.
Aunque el huracán impactó fuertemente en varios municipios de esta occidental provincia, los vueltabajeros mantienen su ímpetu ante las adversidades y la recuperación es prioridad.
Ian tocó tierra pinareña el pasado 27 de septiembre en horas de la madrugada, y a su paso provocó cuantiosos daños en viviendas, la agricultura, los servicios eléctrico y telefónico, entre otros.