De 1970 a la fecha, los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) acumulan pérdidas por 153 mil millones de dólares debido a riesgos relativos al clima, el tiempo y los problemas hídricos.
Así lo expuso, sin medias tintas, el trinitario Dennis Francis, presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la Cuarta Conferencia Internacional sobre los PEID, cónclave que sucede cada diez años para dar seguimiento a los problemas y avances de estas naciones en busca del esquivo desarrollo sostenible, y que ahora sesiona en esta bella isla del Caribe Oriental.
Sin un reforma sustantiva del sistema financiero internacional no podrá desencadenarse todo el potencial para movilizar los recursos necesarios que permitan mitigar los efectos del cambio climático y los otros muchos desafíos que tenemos, subrayó el diplomático, confiado en que la Cuarta Conferencia de los PEID ofrezca una plataforma potente en las metas comunes de estos países, en extremo vulnerables al cambio climático.
Los PEID, diría más adelante Dennis Francis, están entre los lugares más bellos del planeta, sus ricos ecosistemas y su abundante vida marina, son testimonios de sus riquezas y su papel en la vida de la naturaleza y el hombre. Sin embargo, acotó, entre 2017 y 2021, no más del 1,55 por ciento de la ayuda mundial al desarrollo se asignó a estos Estados.
Los próximos diez años, reclamó el Presidente de la Asamblea General de la ONU, son cruciales para lograr un apoyo financiero sostenible y mejorar el acceso general a los recursos para que nuestras naciones no solo enfrenten el cambio climático y los desastres naturales, sino también para recuperar nuestros ecosistemas y potenciar el desarrollo social.
Y esta Cuarta Conferencia, subrayó, es el momento para forjar un verdadero compromiso para establecer un desarrollo equitativo y sostenible, no solo para los PEID, sino para todos los países.
La voz de Cuba
Entre los primeros oradores de la sesión plenaria de la Cuarta Conferencia Internacional sobre los PEID, estuvo el Vicepresidente de la República y miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Salvador Valdés Mesa, quien denunció que nuestros países «enfrentan un panorama económico internacional adverso y desafiante, caracterizado por altos niveles de endeudamiento, inflación, crisis alimentaria, energética, climática y limitado acceso a financiamiento».
Nuestras naciones —sumó— «concentran las mayores pérdidas producto del cambio climático y los desastres naturales, los que generan costos anuales equivalentes al ocho por ciento de nuestra renta nacional».
«Los persistentes retos de desarrollo que enfrentan nuestros países requieren de una adecuada provisión y movilización de todos los medios de implementación, cooperación y solidaridad urgentes para alcanzar los objetivos acordados internacionalmente», reclamó el Vicepresidente cubano.
Sin embargo, observó a continuación, cualquier empeño «en ese sentido será limitado sin una reforma profunda e integral de la arquitectura financiera internacional, que brinde un tratamiento justo a los países en desarrollo, tanto en el proceso de toma de decisiones como en el acceso a financiamiento».
Tras dar la bienvenida al nuevo Programa de Acción que se consensua como resultado de la conferencia de Antigua y Barbuda, Salvador Valdés Mesa recordó que para los PEID «el costo de la adaptación climática se sitúa entre los 22 mil y los 26 mil millones de dólares anuales».
Llamó así a «movilizar recursos internacionales nuevos, adicionales, predecibles y adecuados para capitalizar el fondo de pérdidas y daños derivados del cambio climático», garantizando que las prioridades y necesidades de los PEID se tengan en cuenta.
En el encuentro de Saint John, que reúne a más de cinco mil personas, y a representantes de unos 60 pequeños Estados insulares en desarrollo de todo el mundo, el Valdés Mesa también agradeció «las valiosas expresiones de solidaridad» de esas naciones «al reclamar el cese del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a mi país hace más de 60 años por el Gobierno de los Estados Unidos, recrudecido sin precedentes en el contexto de la pandemia de COVID-19».
También manifestó su gratitud por el rechazo de estos países «a la arbitraria e injusta inclusión de Cuba en la unilateral lista de Estados supuestamente patrocinadores del terrorismo».
No obstante, «a pesar de este cerco ilegal, Cuba —expresó— se ha fijado metas claras en materia económica y social, que se reflejan en el acceso universal y gratuito a la salud y la educación; un robusto sistema de ciencia, tecnología e innovación; y un ambicioso Plan Nacional de Enfrentamiento al Cambio Climático».
A la vez, y en correspondencia con nuestra permanente vocación solidaria —subrayó Valdés Mesa—, reiteramos la voluntad de poner a disposición, los 17 proyectos de cooperación impulsados por Cuba durante su Presidencia del G77 y China el pasado año, y que pueden beneficiar a los PEID.
La delegación cubana a la Cuarta Conferencia Internacional sobre los pequeños estados insulares está integrada, además, por la vicecanciller Anayansi Rodríguez Camejo; el viceministro de Salud Pública, Reinol García Moreno; el embajador de Cuba en Naciones Unidas, Ernesto Soberón Guzmán; el embajador de Cuba en Antigua y Barbuda, Sergio Martínez González; y Rafael Dausá Céspedes, director de Centroamérica y el Caribe de la Cancillería, entre otros directivos.
En la primera jornada de trabajo de la Conferencia de los PEID, miembros de la delegación han sostenido encuentros bilaterales y participado en eventos paralelos, como el organizado por la UNESCO y Cuba sobre la capacitación a la juventud caribeña en las industrias culturales y creativas para la innovación y la resiliencia, y la Reunión de la Asociación Caribe-Unión Europea sobre el Protocolo del Caribe para el Acuerdo de Samoa y la Agenda de Inversión Global Gateway.
(Tomado de Presidencia Cuba)