El parque José Martí ha sido testigo de su tiempo. Los pinareños suelen detener sus prisas allí, a la sombra de sus árboles, y acudir al encuentro con la historia.
Porque el sitio donde existió el primer grupo poblacional de la ciudad, en 1641, ha presenciado diferentes momentos del occidental territorio que han tenido al pueblo como protagonista.
Ubicado en la convergencia de las calles Gerardo Medina e Isabel Rubio, asumió varios nombres hasta que a inicios de la década de 1930 pasó oficialmente a rendir homenaje al Héroe Nacional.
Su monumento fue erigido con mármol de Carrara y pudo materializarse gracias a una colecta pública.
Sin dudas el parque José Martí trasciende su espacio físico y constituye símbolo de una ciudad y su gente.