Con la conferencia sobre la Comunicación Comunitaria en la era de la convergencia digital, se inició hoy, en el Instituto de Información y Comunicación Social (ICS), el II Taller de Comunicación Comunitaria: «Desafíos y Potencialidades en el Contexto Cubano».
El taller se fundamenta en los principios establecidos por la Ley de Comunicación Social, que reafirma el compromiso de Cuba con una comunicación orientada al servicio del pueblo e impulsa la creación de un modelo participativo que influye de manera significativa en las organizaciones, comunidades y medios de comunicación social en todo el territorio nacional.
Belkis Pérez Cruz, vicepresidenta del ICS, en las palabras iniciales mencionó que la comunicación comunitaria no es un ejercicio aislado, sino el tejido que une a las personas en el espacio público, físico y digital, que fortalece las identidades locales y contribuye al desarrollo social.
Destacó que es imprescindible para fortalecer las relaciones y el intercambio de información, visibilizar las iniciativas transformadoras y construir narrativas propias, desde lo auténtico y lo colectivo.
La segunda convocatoria de este taller busca profundizar en la gestión de los procesos comunicativos en las comunidades, socializar buenas prácticas y fortalecer la interrelación entre los diversos actores sociales, incluyendo delegados de circunscripción, representantes de organismos estatales, organizaciones de masas y grupos empresariales, que participan en el taller.
Ana Teresa Badía Valdés, profesora titular de la Facultad de Comunicación (FCOM) de la Universidad de La Habana, durante la conferencia dedicada a la convergencia digital subrayó la importancia de fortalecer la comunicación como un tejido vital que promueve la igualdad comunitaria local y contribuye al desarrollo social en Cuba.
Badía Valdés enfatizó que la comunicación social debe ser un instrumento para promover los valores y la soberanía nacional, así como la voluntad ciudadana, involucrando a todos los actores sociales en la construcción de narrativas auténticas y transformadoras.
De igual forma hizo un llamado a compartir buenas prácticas que faciliten la implementación efectiva de la Ley de Comunicación Social, pues en el contexto actual, marcado por la digitalización y la convergencia con la comunicación política y empresarial, la comunicación comunitaria enfrenta un reto para adaptarse y aprovechar las nuevas tecnologías.
Alfonso Noya Martínez, presidente del ICS, durante el debate dijo que la responsabilidad en la gestión de estas misiones no recae en una sola persona o entidad, sino que es un esfuerzo colectivo en el que el instituto involucrado tiene un papel fundamental, aunque no es siempre suficientemente explorado.
Los participantes coincidieron en la necesidad de aprender de la experiencia y reflexionar sobre las medidas implementadas, para mejorar la aplicación de programas gubernamentales, y afrontarlos mediante una comunicación efectiva y con la participación activa de la comunidad, el Gobierno, el Partido Comunista de Cuba y otras organizaciones políticas.
Zenaida Costales Pérez, vicedecana de Postgrado e Investigaciones de la FCOM, en su conferencia sobre la relación de la comunicación comunitaria y la comunicación política reconoció las dificultades para implementar una comunicación efectiva en tiempos de crisis, pero insistió en su necesidad.
Su ponencia fue un llamado a efectuar una comunicación más humana, auténtica, proactiva y arraigada en las realidades y emociones del pueblo cubano, reconociendo el poder de los líderes comunitarios y la riqueza de la oralidad y las historias de vida, para lograr un paso significativo en el camino hacia una comunicación comunitaria más inclusiva, consciente y comprometida con el progreso social y cultural de Cuba.
(Tomado de ACN)
