El reporte de ocurrencia de incendios forestales elaborado por el Departamento de Manejo del Fuego del Cuerpo de Guardabosques (CGB), con cierre del 1 de marzo, precisa que por estos días hay seis fuegos activos en el país: Tenería (Guane, Pinar del Río), La 46 (Pinar del Río, Pinar del Río), Pinares de Mayarí (Holguín), Bumba (Segundo Frente, Santiago de Cuba), El Líbano (Manuel Tames, Guantánamo) y Los Limones (Isla de la Juventud).
Otros dos incendios han sido extinguidos: el de Cuatro Camino Santa Rita, en Báguano, Holguín, y el de La Sumanta, en Tercer Frente, Santiago de Cuba (para conocer el informe completo de incendios activos y extinguidos, con detalles del avance y las labores de enfrentamiento, ver el anexo al final).
Sobre el incendio de mayores proporciones, detectado el pasado 18 de febrero en Pinares de Mayarí y que, aun cuando fue enfrentado tempranamente se propagó en menos de 24 horas por los fuertes vientos y la abundancia de plantaciones de pino cubensis, consideradas material combustible, el informe precisa que el área recorrida por las llamas abarca 3 612 hectáreas: 2 772 ha en bosques de cubensis, casuarina y eucalipto; 4 ha de café y más de 666 ha de pastizales.
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Se propaga en tres frentes principales y fuerzas combinadas de Guardabosques, Bomberos, Empresa Agroforestal Mayarí, las FAR y el IACC (aviación agrícola) trabajan para controlarlo, con la participación de 2 409 efectivos; helicópteros y aviones para exploración y lanzamiento de agua en frentes activos, buldóceres y otros medios, y la construcción de 16 km de trochas hasta ahora (para más detalles, ver el anexo).
Alrededor del 10 de febrero, había sido controlado un incendio de grandes proporciones que, activo durante dos semanas, afectó más de 1 000 ha de bosque en El Prado, zona del municipio de Mayarí, en el macizo montañoso Nipe-Sagua-Baracoa.
Reportado desde el 26 de enero, se originó como consecuencia de la intensa sequía durante los últimos cinco meses y la abundancia de material orgánico vegetal.
En enero, el coronel Manuel Lamas Gómez, jefe del Cuerpo de Guardabosques de Cuba, informó a la prensa que la acción humana determina el 90% de las causas de incendios forestales reportados en el país.
Lamas Gómez mencionó acciones humanas como la quema no autorizada de hierbas o caña, el empleo de vehículos sin matachispas y la actividad de cazadores furtivos.
En contraste, las causas naturales están detrás de entre el 2 y el 3%, y se manifiestan principalmente en las descargas eléctricas, el aumento de las temperaturas y el cambio climático.
El jefe del Cuerpo de Guardabosques recordó que marzo y abril son los meses de mayor peligro de incendios pues coinciden con el periodo más seco, y en ellos ocurren entre el 70 y el 75% de los fuegos registrados anualmente en el territorio nacional.
En el estado de la sequía publicado a inicios de 2023, el Instituto de Meteorología señala que “enero cerró con un 62% de todo el territorio nacional con déficit en los acumulados de las lluvias”.
De ese porcentaje, el 13% se clasificó en la categoría de severo a extremo, el 19% moderado y el 30% débil.
El Insmet precisa que las mayores áreas con déficits de moderados a extremos están en la región occidental y el extremo más oriental del país. Las provincias más afectadas fueron Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque y Guantánamo.
En su actualización perspectiva climática para febrero-abril de 2023, el Centro de Clima del Insmet informa que “se esperan totales de lluvia por debajo de lo normal en toda Cuba y temperaturas extremas por encima de la norma en la mayoría del territorio”.
La perspectiva, elaborada a partir del análisis de la evolución de los factores que regulan las variaciones del clima y de los resultados de modelos de predicción climática, muestra los valores a la baja previstos para las regiones en comparación con los promedios históricos de febrero-abril: occidente (160.6 mm como promedio histórico del periodo 1981-2010, y 122.2 mm estimados para febrero-abril 2023), centro (157.3 mm frente a 107.5 mm) y oriente (180.4 mm frente a 137.3 mm).
En cuanto a peligro de incendios, el Insmet advertía para la etapa del 11 al 20 de febrero último que “continúan predominando” condiciones de “peligro extremo” en las tres regiones del territorio nacional. “Pequeñas zonas dispersas con condiciones de ‘mucho peligro’ se observaron en todas las provincias del país, con excepción de Ciego de Ávila”. Se reporta, además, baja reserva de humedad en los suelos.
La tendencia a que la sequía se agudice en meses venideros refuerza la necesidad de medidas preventivas en todas las provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, ha advertido el Cuerpo de Guardabosques.
En 2020, se registraron en Cuba 520 incendios forestales, con 5 952 ha de superficie boscosa dañada.
Las mayores cifras de fuegos correspondieron a Pinar del Río (99, con 1 269 ha dañadas), Matanzas (74/ 838.7 ha), Isla de la Juventud (57/ 192.6 ha), Granma (53/ 217.5 ha), Artemisa (53/ 82.8 ha), Camagüey (45/ 1 657.4 ha) y Villa Clara (27/ 581.1 ha), aunque en territorios con cifras menores hubo afectaciones importantes, como Mayabeque (20/ 376.8 ha) y Sancti Spíritus (17/ 237.3 ha).
De los 520 incendios, 25 (13.5%) tuvieron causas naturales, con 804.1 ha dañadas, y 493 (86.4%), humanas, con 5 143.9 ha dañadas. En dos casos (0.1%), con 4 ha dañadas, las causas no fueron determinadas.
En 2021, se registraron 378 incendios forestales, con 4 335.9 ha de superficie de bosque dañada.
Las mayores cifras de fuegos correspondieron a Pinar del Río (57/ 249.9 ha dañadas), Matanzas (45/ 207.8 ha), Artemisa (37/ 246.2 ha), Holguín (35/ 297.3 ha), Isla de la Juventud (35/ 103.8 ha), Villa Clara (34/ 137.3 ha) y Guantánamo (27/ 2 581.3 ha). En Cienfuegos, con 23 incendios, fueron afectadas 150.7 ha.
Del total de 378, en 18 incendios (5.7%) las causas fueron naturales, con 245.4 ha dañadas, y por acciones humanas en 352 (93.5%), con 4 053 ha dañadas. En ocho casos (0.9%, 37.5 ha afectadas) no fueron determinadas las causas.
Datos facilitados este jueves a Cubadebate por Raúl González Rodríguez, jefe del Departamento de Manejo del Fuego, del CGB, muestran que en 2022 la cifra de incendios fue de 329, con 2 161.66 ha de bosque natural y plantado afectadas.
Los mayores perjuicios estuvieron en Pinar del Río (115 incendios/ 1 297.4 ha dañadas), Isla de la Juventud (61/ 256.3 ha), Matanzas (43/ 76.3 ha), Holguín (17/ 80.03 ha) y Mayabeque (5/ 106 ha). Fueron 23 los incendios en que hubo causas naturales, y 306 los provocados por la acción humana.
En enero de 2023, según el Cuerpo de Guardabosques, Cuba reportó 80 incendios forestales, un récord para el mes. Las provincias de Pinar del Río, Artemisa, Holguín y Camagüey y el municipio especial Isla de la Juventud fueron los territorios más golpeados.
Ha habido años en que algunas provincias registraron daños muy por encima de la media. En 2017, el de mayor afectación a nivel nacional en la secuencia 2017-2022, ocurrió en Matanzas (46 incendios, con 1 379.6 ha dañadas) y Holguín (40/ 3 018.0 ha). En 2018, Pinar del Río reportó 85 incendios, con 3 623.8 ha afectadas. En 2020, en Camagüey se registraron 45 incendios y 1 657.4 ha de superficie forestal dañadas. En 2021, Guantánamo (27/ 2 581.3 ha), y en 2022, Pinar del Río (115/ 1 297.4 ha)
Datos publicados por la ONEI indican que en 2021 el índice de superficie afectada por evento fue de 11.5 ha por incendio; en 2020, había sido de 11.4 ha/ incendio. En 2022, el índice fue de 6.57.
En su encuentro con la prensa, el pasado 19 de enero, el jefe del Cuerpo de Guardabosques de Cuba afirmaba que:
–Se destinan recursos y esfuerzos para incorporar medios de detección aérea y satelital, pero sigue siendo clave la red de aviso en las comunidades rurales.
–En los últimos años, el trabajo de los puestos de observación y la rápida acción de los guardabosques han posibilitado que en el 75% de los casos los incendios hayan sido extinguidos antes de destruir más de 5 ha.
(En una reunión del Grupo Coordinador de la Campaña Nacional 2023 contra incendios forestales, celebrada en febrero, se conoció que en enero el 87% de los fuegos fueron extinguidos antes de abarcar 5 ha).
–Los momentos iniciales son críticos en el desarrollo futuro del incendio, pues este crea un microclima de altas temperaturas, humo y nubosidad que contribuye a su intensificación.
–La solución no está en prohibir el uso del fuego para ciertas actividades agrícolas y económicas, sino en la transformación de conductas y el empleo responsable del mismo.
Es un fenómeno mundial. El pasado año, decenas de miles de hectáreas fueron arrasadas por incendios forestales en la Amazonia –donde son causados por la acción humana en casi la mayoría de los casos–, en varios estados de EE.UU., en Rusia, Francia, Portugal, España, Grecia y otros países, coincidiendo con temperaturas récord y largos periodos de sequía. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente advirtió que “la destrucción seguirá en aumento”.
Los incendios forestales, “una ilustración muy visible y muy dañina de la crisis climática”, son muchas veces causados por la acción humana, en la que median desde negligencia, desconocimiento y poca previsión hasta intereses económicos, ilegalidades, actitudes u objetivos criminales.
Actualmente, con las condiciones que impone el cambio climático (menguan las defensas naturales de los ecosistemas, de los bosques –sobre todo, la humedad–, y se hacen más vulnerables a la aparición de incendios y a su propagación), la responsabilidad humana es más importante que nunca, tanto en la conservación, protección y restauración de zonas boscosas, como en la prevención, lo mismo en una excursión –la hoguera, el cigarro, el tubo de escape…– que en prácticas agrícolas y uso de la tierra, que no pocas veces incluyen tala y quema injustificadas y sin cuidado alguno.
Los incendios forestales afectan la biodiversidad: especies de flora que se queman; entornos que quedan deforestados; animales, incluidos endémicos o de especies en alguna categoría de peligro, que mueren o pierden sus hábitats, refugios y fuentes de alimentación; ecosistemas cuyo equilibrio y capacidad para regular el clima se deterioran.
El humo que emiten contamina, genera problemas en la calidad del aire y la salud. Provocan daños humanos, naturales y económicos (por el valor de lo que se destruye –sea biodiversidad, paisaje, bancos genéticos o bienes construidos– y por los recursos que implican el combate a las llamas, la evacuación y otras medidas de enfrentamiento, además del costo de los equipos e insumos para la extinción).
No solo se reduce la capacidad del bosque de secuestrar CO2 de la atmósfera y almacenarlo, sino que, debido a la combustión, se convierte en emisor neto del gas y agrava así el círculo vicioso de la crisis climática.
El bosque “se seca y se calienta” más, es más proclive a que se repitan incendios y sean más frecuentes y de mayor envergadura y duración, lo cual se agudiza en un entorno de clima cambiante y sequía. No solo en Cuba, sino a nivel mundial, es vital el involucramiento y la cooperación con las comunidades locales.
Según predicciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, publicado a principios 2022, a nivel global los incendios extremos podrían aumentar hasta un 14% para 2030, un 30% para fines de 2050 y un 50% para fines de siglo. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, los incendios forestales generan hasta un tercio de las emisiones de carbono de los ecosistemas globales.
Al intensificar su principal factor impulsor, el calor, que seca la vegetación, la hace más combustible y acelera la quema, el cambio climático causado por el ser humano estimula los incendios forestales. Se hacen más peligrosas y tienen mayores consecuencias prácticas irresponsables de tala, quema para limpiar y otras que provocan fuegos forestales.
Cuando provocamos un fuego forestal, no solo estamos ocasionando daños económicos y naturales. Nuestra visión tiene que ir más allá: estamos destruyendo nuestra casa y la del resto de las especies que en ella habitan y cuya existencia depende de los servicios ecosistémicos.
Como las demás especies, también dependemos nosotros. Aunque seamos especie “superior”, apoyada en la tecnología y el conocimiento, necesitamos aire y agua limpios, alimentos que produce la tierra y polinizadores y lluvia que favorezcan el proceso, un clima estable, ecosistemas saludables que garanticen nuestra salud.
Un famoso poeta y ambientalista lo resumió en una frase: “La naturaleza no es un sitio a visitar; es el hogar”. Nos hacen falta más sabiduría y responsabilidad con nuestra casa natural, cuyo equilibrio es la base de nuestro bienestar y nuestro futuro.
Las causas naturales que desencadenan incendios son imprevisibles. Las humanas, no. Al desglosar las causas de origen humano en los incendios registrados en 2022, el Cuerpo de Guardabosques no menciona “casualidad”, sino intencional (4), negligencia (300) y accidental (2). En 23 casos, natural.
En 2021 (378 incendios): negligencia (345), intencional (1), natural (18) y accidental (6). En 2020 (520 incendios): negligencia (476), intencional (10), natural (25) y accidental (7).
Si no tenemos conciencia ni educación medioambiental, o si, a pesar de tener algunas nociones de ello, ignoramos las consecuencias graves de nuestros actos (y fuegos como el de estos días en Mayarí muestran la dura realidad, la destrucción que genera un incendio forestal), toca entonces el turno a las leyes.
El país cuenta hoy con varias normativas, incluidos la Ley No. 150, Del Sistema de los Recursos Naturales y del Medio Ambiente y el Código Penal, que contiene el título VI, “Delitos contra los recursos naturales, el medio ambiente y el ordenamiento territorial”.
Para tener una imagen del área: una hectárea equivale a 10 000 m² o un cuadrado de 100 metros de lado. Para visualizar su tamaño concretamente, algunos recurrimos al “método del campo de fútbol”, aun cuando no es del todo exacto.
Un campo oficial de fútbol puede medir entre 90 y 120 m de largo, y entre 45 y 90 m de ancho, las dimensiones varían. Las canchas del Bernabéu, el Camp Nou, Wembley, Allianz Arena y Maracaná, por ejemplo, tienen una medida bastante estándar, reglamentaria en Mundiales: 105×68 (poco más de 0.7 ha). Imagine el equivalente a miles de canchas de uno de esos estadios ardiendo. Eso es lo que sucede en los grandes incendios forestales: miles de canchas de fútbol pobladas de árboles y especies animales que quedan arrasadas.
Actualización: Reporte de ocurrencia de incendios forestales
Departamento de Manejo del Fuego, CGB
Reporte de ocurrencia de incendios forestales
Fecha de emisión: 01/03/2023. Cierre: 18:00 horas.
Incendios activos:
1. Provincia: Pinar del Río, municipio: Guane, zona: Tenería, detectado: 28/02/2023. Afecta: 0.5 ha de bosque plantado, especie: pino. Estado actual: se propaga y se combate. Fuerzas participantes (12).
2. Provincia: Pinar del Río, municipio: Pinar del Río, zona: La 46, detectado: 01/03/2023. Afecta: 0.5 ha de bosque plantado, especie: eucalipto. Estado actual: se propaga y se combate. Fuerzas participantes (8). Medios: 1 camioneta.
3. Provincia: Holguín, municipio: Mayarí, zona: Pinares de Mayarí (área protegida mensura-piloto), detectado: 18/02/2023. Afecta: bosque natural (área recorrida por el fuego 3 612 ha, de ellas 2 772 ha de bosques de pino cubensis, casuarina y eucalipto, así como 4 de café, 173 de áreas taladas y 666.3 de pastizales. Estado actual: se propaga en tres frentes principales.
Ampliamos la información:
Casimba-Cuchiflí, que avanza hacia los exóticos, camino viejo de Birán, cabeza de Birán y Guamuta, donde se realizaron trochas cortafuegos y se alcanzó el control del mismo en el día de hoy y se encuentra bajo observación, para evitar que resurja el fuego en el lugar.
Mensura-piloto por Diego Pupo a la abundancia, poza Rafael, loma del diablo, alto de crespo y la vegueta, provincia Holguín; en dirección hacia Piloto del Medio, municipio San Luis, de Santiago de Cuba. En este frente, la mayor propagación se reporta en la zona de la vegueta con rumbo a Piloto del Medio, donde se realizan acciones de combate y control. El resto de las áreas de este frente antes mencionadas actualmente se encuentran controladas y bajo observación, para evitar que resurja el fuego en el lugar.
Loma de Gurugú, alto de Jimbambay y alto de Pigindi, provincia Holguín; hacia Cayo Rey, municipio Julio A. Mella, de Santiago de Cuba. En este frente, la mayor propagación se reporta en la zona de Cayo Rey. El resto de las áreas de este frente antes mencionadas actualmente se encuentran controladas y bajo observación, para evitar que resurja el fuego en el lugar.
Durante el día de hoy se avanzó en las acciones para alcanzar el control del incendio, se trabajó con la aviación de helicópteros en la exploración y lanzamiento de agua sobre los frentes activos y en la construcción de 16 km de trochas y se realizaron tres vuelos de exploración con la aviación agrícola (AN-2). No se pudo emplear la aviación de extinción (M-18) por existir baja visibilidad a causa de la gran cantidad de humo y neblina en el lugar del siniestro.
La dirección de las acciones de respuesta es ejercida por el Consejo de Defensa de zona Pinares de Mayarí y el Centro de Dirección del Consejo de Defensa del municipio Mayarí y municipio Julio A. Mella, de Santiago de Cuba, en composición reducida, con la participación de fuerzas del Cuerpo de Guardabosques, Cuerpo de Bomberos, Empresa Agroforestal Mayarí, Fuerzas Armadas Revolucionarias y del IACC (Aviación Agrícola). Se emplean en estas acciones 2 409 fuerzas, así como 5 buldóceres, 7 camiones plancha, 2 auto cisternas, 6 camionetas, 8 pipas de la economía, 8 jeeps, 1 ambulancia, 2 tractores, 2 ómnibus del Ejercito Oriental, 2 rastras, la aviación agrícola (ENSA) del IACC con 4 aeronaves (1 AN-2 y 3 M-18) y 1 helicóptero.
Se prevé el día 2/3/23 continuar las acciones de combate para alcanzar el control total del siniestro en cada uno de los frentes, así como el empleo de la aviación agrícola con 4 aeronaves (1 AN-2 para la exploración y 3 M-18 para la extinción).
4. Provincia: Santiago de Cuba, municipio: Segundo Frente, zona: Bumba, detectado: 28/02/2023. Afecta: 5 ha de bosque natural, Charrascal. Estado actual: se propaga y se combate. Fuerzas participantes (28).
5. Provincia: Guantánamo, municipio: Manuel Tames, zona: El Líbano, detectado: 25/02/2023. Afecta: 3 ha de bosque natural, especie: guarano, almácigo. Estado actual: controlado y se combate. Fuerzas participantes (46).
6. Isla de la Juventud, zona: Los Limones, detectado: 25/02/2023. Afecta: 2 ha de bosque natural, especie: soplillo, caoba. Estado actual: se propaga y se combate. Fuerzas participantes: (29). Medios: 1 auto cisterna, 1 camión.
Incendios extinguidos:
1. Provincia: Holguín, municipio: Báguano, zona: Cuatro Camino Santa Rita, detectado: 27/02/2023. Afectó: 25 ha de bosque plantado, especie: casuarina.
2. Provincia: Santiago de Cuba, municipio: Tercer Frente, zona: La Sumanta, detectado: 27/02/2023. Afectó: 3 ha de bosque natural, especie: cedro.
Departamento de Manejo del Fuego
Fecha de emisión: 01/03/2023
Cierre 18:00 horas.
Tomado de Cubadebate