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La fortaleza del delegado está en sus electores

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Elegir al mejor y más capaz es la dinámica del proceso electoral cubano, sustentado en la participación popular como expresión del carácter de democracia socialista que lo caracteriza, desde la base hasta la Asamblea Nacional del Poder Popular, con la fortaleza de quienes confiaron al delegado el latir del terruño donde conviven
Foto: Periódico Granma

Elegir al mejor y más capaz es la dinámica del proceso electoral cubano, sustentado en la participación popular como expresión del carácter de democracia socialista que lo caracteriza, desde la base hasta la Asamblea Nacional del Poder Popular, con la fortaleza de quienes confiaron al delegado el latir del terruño donde conviven.

Elegir al mejor y más capaz es la dinámica del proceso electoral cubano, sustentado en la participación popular como expresión del carácter de democracia socialista que lo caracteriza, desde la base hasta la Asamblea Nacional del Poder Popular, con la fortaleza de quienes confiaron al delegado el latir del terruño donde conviven.

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Así lo corrobora el hecho de que los 6 609 433 electores asistentes a las asambleas recién efectuadas en el país, decidieron proponer, entre los 26 746 candidatos nominados, la ratificación del 29,95 % de los delegados actuales; sin duda, líderes de esas historias del día a día, y muy especialmente ante determinadas contingencias y las transformaciones sociales de los barrios.

En uno y otro caso resalta una santiaguera, que de sus 64 años de edad ha dedicado los últimos 37 a su circunscripción; y lo hace por las energías multiplicadas para asumir, primero, la recuperación de las afectaciones del huracán Sandy en todo el consejo popular que también preside, luego la peligrosa COVID-19, y ahora en el renacer de la barriada.

Su territorio abarca unos 70 kilómetros cuadrados, que más de un municipio respetaría con sus 39 082 habitantes (más de 20 000 electores entre ellos), unas 10 000 viviendas, centros educacionales y de Salud, con una refinería, una termoeléctrica, una planta procesadora de soya, una fábrica de aceite, cuatro frigoríficos, y otras grandes entidades.

«Sandy –refiere– hace diez años, entró a la provincia por nuestra demarcación; y, como es de imaginar, un fenómeno capaz de borrar casas de placa del litoral, afectó en este consejo 7 000 hogares, centros económicos, de servicios, la electricidad, el arbolado, en fin, toda la infraestructura, dejando estremecedoras imágenes como las observadas recientemente en Pinar del Río.

«Muy duros –añade– fueron esos días, meses y años sin reposo, y con respuestas aún pendientes; pero como valiosa experiencia, reflejó la unidad y el humanismo de nuestro pueblo, que nos planteaba su situación y, a la vez, preguntaba dónde apoyar. No hubo tarea en la que la gente dejara de cooperar, de cuidar los recursos y dejarlo todo más bonito que como estaba».

Igualmente, ocho años después «golpeó» la COVID-19. Tan rápida fue la propagación que convirtió a su reparto en la nada agradable condición de primera «zona en cuarentena» del país, en la que la determinación de «nadie entra, nadie sale» contrastaba con la idiosincrasia de la gente, que esta vez debía aislarse en sus casas.

«Sin experiencia sobre esa pandemia –rememora–, el inicio fue difícil, pero a la atención de las autoridades políticas, del Gobierno y de Salud Pública, le sumamos el cumplimiento, por la población, de las medidas establecidas, la realización de las charlas sanitarias, organizamos los mensajeros de apoyo a los vulnerables y otras iniciativas que contribuyeron a revertir la situación».

A diferencia de lo antes expuesto, lo que sí anhelaban todos, y en honor a la verdad se requería, era la inclusión de una significativa barriada del consejo popular y su entorno colindante en el programa de transformaciones sociales integrales emprendido en la nación, que en siete meses ha sido como un sol radiante para la comunidad.

«Se trata –resalta– de la experiencia más bonita de mi vida, pero a la vez comprometedora, porque estamos viendo cómo, a pesar de la agudización del bloqueo, se han resuelto tantos problemas acumulados y viejos anhelos que, además de corroborar que la Revolución jamás abandona a sus hijos, fortalece la confianza del pueblo en sus dirigentes».

En el abarcador trabajo acometido por diversos organismos, con la insustituible participación del pueblo, y con su delegada al frente, destacan la remodelación de un complejo educacional que incluyó su demandado cercado perimetral, y la conversión de la escuela primaria Arquímedes Colina en un seminternado para más de 400 alumnos.

Además, comprendió la rehabilitación de la secundaria básica Manuel Ascunce, con matrícula de 479 estudiantes; del politécnico Álvaro Barriel, para 632 estudiantes en siete especialidades; la escuela de enseñanza especial Vidal Ducasse; y del círculo infantil Adorable ilusión, para más de cien pequeños.

En el propio sitio, una instalación en la cual se pretendía crear una casita infantil fue transformado en un nuevo círculo infantil que acogerá a otros 150 niños de trabajadores del citado complejo, y otras familias del Nuevo Vista Alegre; y junto a la pintura en general y al completamiento del mobiliario fueron mejoradas las áreas verdes.

Igualmente, se construyó una panadería dulcería y recibieron labores de rehabilitación y embellecimiento las tres restantes, 22 consultorios médicos, el policlínico Frank País García y su sala de rehabilitación, las bodegas, edificios de cuatro niveles y numerosas viviendas más, las calles y áreas deportivas.

  • Si nuestra tierra no tuviera suficiente honor y gloria, como la que ha conquistado durante tanto tiempo, bastarían este honor y esta gloria de haber luchado invictos (…) que aún se mantenga, como se seguirá manteniendo, erguida e invencible nuestra Revolución.
  • Eso no se logra por casualidad o por azar; eso se logra cuando tal Revolución tiene lugar en un pueblo como este, cuando tal país cuenta con hijos y con hijas como con los que nosotros contamos.
  • Aquí son nuestros ciudadanos los que postulan, como saben ustedes perfectamente bien, y aquí son nuestros ciudadanos los que eligen, y hay mucho más que un partido: hay un partido que dirige, pero hay millones que postulan y millones que eligen. En ningún otro país hay más participación popular y democracia que en Cuba.
  • Un sistema social y político como el nuestro solo se puede sostener por el consenso del pueblo, por el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo.

(Fidel, 23 de noviembre de 1996)

Tomado de Periódico Granma

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