La Vuelta Abajo, un proyecto que contra viento y marea llegó para quedarse y acoger a jóvenes radialistas de todo el país, este mes ya casi comienza, después de haber cambiado su fecha una y otra vez por razones, de esas que decimos a veces, que nos superan.
Pero la intención no es referirse solo a un evento que ya sabemos tiene muy buena acogida y una capacidad de convocatoria enorme, que logra movilizar a los mejores realizadores desde Oriente hasta Occidente y en el que se presentan materiales de muy buena factura, ya sea desde su propia realización hasta las temáticas que abordan.
La Vuelta Abajo es quizás un pretexto para comentar aquí sobre el respaldo que la Asociación Hermanos Saíz da como institución a sus afiliados.
Y es que, organizada en varias secciones, la AHS ofrece ese espacio para la creación y facilita, además, el acceso a la superación, a la participación en certámenes y concursos, en tanto se encarga aún de velar por el desarrollo de determinadas especialidades en los territorios.
Leer más: Topan precios en Pinar del Río para la venta de productos agrícolas
La AHS promueve un arte para el pensamiento, para plantearse y replantearse conceptos y realidades, esta realidad que nos circunda, pero vista a través de un pincel, de un lente, de un micrófono, de una presentación, de una canción, de un texto.
Su espíritu experimental no ha desaparecido con los años, la inquietante participación de sus muchachos en el escenario cultural y social de la provincia es más que evidente, sobre todo, en tiempos en los que han sido llamados a aportar, como en la COVID y ahora tras el paso de Ian.
Tampoco han desaparecido los imaginarios que subyacen en torno a la organización, así lo dejaba claro en una entrevista su presidente a nivel nacional.
Sin embargo, no todos los jóvenes creadores pertenecen a ella, pues priman dos principios básicos para integrar sus filas: la voluntariedad y la selectividad.
Al decir de su presidente, una organización de vanguardia debe cuidar su jerarquía y adoptar mecanismos para acompañar con seriedad la obra de sus miembros.
No obstante, la AHS amplía sus horizontes y promueve concursos en los que pueden participar todos los artistas menores de 35 años, sean asociados o no.
Excepto la beca de creación El reino de este mundo, exclusiva para los miembros de la organización, el resto abre sus puertas a todos los creadores.
La AHS está para acompañar el sendero -a veces difícil y no siempre bien comprendido- de la creación, siempre apreciado desde la propia subjetividad de cada persona, está para fomentar alianzas, para dar un respaldo desde la institucionalidad a sus jóvenes y está para acompañar también a Cuba en sus momentos más complejos.