Que todos los actores económicos, tanto personas naturales y jurídicas, posean pasarelas de pago o Terminales de Punto de Venta constituye un requisito indispensable para la prestación de servicios en las unidades de comercio.
A tono con la entrada en vigor de la Resolución 93 del pasado año del Ministerio de Comercio Interior, en Pinar del Río supervisan el cumplimiento de la normativa que concede posibilidades de pago electrónico a los clientes.
Desde el 2 de febrero del actual calendario se implementa el texto jurídico para quienes realizan actividades comerciales, objeto de inscripción en el mencionado Registro.
Incluye el comercio mayorista, ventas de mercancías, servicios gastronómicos y de alimentación social, así como la prestación de servicios comerciales y técnicos de uso personal y doméstico.
De ahí, que en la actualidad las direcciones Estatal de Comercio y de Inspección Integral realizan controles en los establecimientos. En las visitas chequean la utilización de las pasarelas de pago en las diferentes entidades de los municipios y que estén a disposición de las personas que prefieran esta vía. Pero, además del control, se trata de educar a las personas y que su empleo esté dado ante la necesidad de agilizar las operaciones como primera opción al saldar una deuda.
Y es que el cliente tiene derecho a reclamar ese beneficio para pagar su mercancía y existen mecanismos para ello.
Por citar un ejemplo, cuando se incumple con esta resolución se aplica el decreto 184 del Registro comercial. Las medidas, contemplan entre una de sus contravenciones el cierre del establecimiento, hasta que posean canales electrónicos para sus servicios.
Por su parte, en todas las unidades del Grupo Empresarial de Comercio de Vueltabajo cuentan con facilidades para el pago electrónico de sus productos y servicios, en correspondencia con el proceso de bancarización que se lleva a cabo en Cuba.
Un total de mil 176 establecimientos poseen código QR, dígase por Transfermóvil y Enzona. En lo que va de año se han recaudado por esta vía más de 90 millones de pesos en las instalaciones, una cifra que teniendo en cuenta el contexto pudiera acrecentarse.
Y es que todavía persisten las filas interminables en los cajeros automáticos, están quienes niegan la posibilidad de pago electrónico o algunos que muestran el código QR incorrecto y limitan a las personas para obtener bonificaciones al efectuar este tipo de operaciones.
Los mecanismos están pautados, toca ahora hacerlos valer como corresponde.