Te invitamos a ponerte ropa cómoda, zapatos deportivos, cubrirte con gorra o sombrero y con la mochila a la espalda, emprender el viaje virtual hacia el destino de hoy: Viñales.
Las primeras referencias que se conocen sobre Viñales están relacionadas con un corral de ganado vacuno que se comenzó a explotar en 1607 con el nombre San Francisco de Viñales.
Sobre el nombre hay varias versiones, unos dicen que por los muchos viñedos que había en la zona y otros que existió una familia con ese apellido. Sin embargo, los historiadores afirman que ambas versiones carecen de fundamento.
Más bien tiene que ver con la herencia toponímica española y la existencia de un lugar en España con el nombre de Viñales de donde provenían las personas que en el año 1607 compraron estas tierras desde La Habana y le pusieron San Francisco de Viñales sin haberla visitado nunca.
Los primeros habitantes de Viñales fueron comunidades de aborígenes que desarrollaban una vida nómada con un nivel de vida pre-agroalfarero que aportaron una significativa herencia cultural expresada en pictografías y petroglifos que atesoran varias cuevas del territorio.
Grutas que si se decide puede explorar, yo le recomiendo la Gran Caverna de Santo Tomás, un sistema con más de cuarenta y cinco kilómetros de galerías y siete niveles.
Viñales es una de las regiones más emblemáticas de Cuba, aquí el viajero tiene la posibilidad de realizar múltiples actividades y excursiones que le permitirán disfrutar al máximo su estancia.
Mención especial para su Valle de fama universal, sobre todo después que la Unesco le otorgara en 1999 la condición de patrimonio de la humanidad en la categoría de paisaje cultural.
Si en algún momento andas de paso por Pinar del Río no pierdas la oportunidad de conocer Viñales, el mágico sitio que hoy te sugerimos como destino.
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