La noche del sábado 4 de marzo “fue muy ardua” para otorrinos, anestesistas y personal de salón de operaciones del hospital pediátrico Octavio de la Concepción de la Pedraja, de Holguín, según la califica la doctora Mavil Isabel Benítez Fernández, especialista de Segundo Grado en Otorrinolaringología.
Y exactamente resultó así, porque de ellos dependió salvar la vida a un niño de tres años, quien tenía alojado un cuerpo extraño a nivel de bronquio tronco derecho.
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Esa noche desde el municipio de Cueto activaron al Sistema Integrado de Urgencias Médicas y coordinado con los especialistas de ese centro asistencial, porque el menor había broncoaspirado un clavo accidentalmente, que tenía alojado en pulmón derecho.
“La comunicación llegó a la Guardia de Pediatría de nuestro hospital junto con el envío por WhatsApp de fotos de Rayos X de tórax hechas al menor allá en Cueto. El hecho indicaba la urgencia, por lo cual la residente de Otorrino nos avisa de inmediato a la doctora Antonia María Salermo Reyes, jefa provincial de la especialidad y a mí, que estaba en casa durmiendo, pues eran alrededor de las 11 de la noche”.
Cuando llegó la ambulancia con el niño todo estaba dispuesto en el Salón de Operaciones del hospital infantil, desde el equipo multidisciplinario integrado por otorrinos, anestesiólogos, enfermeras hasta la Unidad de Cuidados Intensivos, a donde iría el paciente luego de ser atendido.
La también Jefa provincial del Capítulo de Otorrino explica que en estos casos los especialistas son activados y se unen por la complejidad de la operación y actúan de conjunto. “Realizamos una broncoscopía exploradora, este es un proceder muy riesgoso, porque supone actuar con un broncoscopio rígido de 6,7 milímetros, que entra a través de la boca, pasa por la laringe, la tráquea y llega entonces al pulmón, hasta de donde se extrae el cuerpo extraño”.
La especialista reconoció que es un acto de muchos peligros, que van desde el desgarro de mucosa, sangramiento, perforación de tráquea y/o bronquios hasta el paro cardiorrespiratorio y la muerte del paciente, pero en este caso, afortunadamente, en 25 minutos se logró extraer el clavo, aunque el equipo médico retornó a su casa alrededor de las 5 de la mañana, luego de dejar al paciente estable en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde se evalúa su posible alta hospitalaria.
Además, de las doctoras Mavil y Antonia María participaron, de manera directa, en este proceder los anestesiólogos Gonzalo Sergio Antas Monte y Leidis Ajo de los Reyes, además de personal de apoyo.
En 2023 los especialistas en Otorrinolaringología han tenido otros dos casos similares, uno por mes, el primero fue un grano de maíz, en enero; el segundo un frijol, en febrero y ahora un clavo.
Al respecto la doctora Benítez Fernández recuerda que la broncoaspiración de cuerpos extraños se produce en pacientes, cuyas manos ya tienen la función de “pinza digital” y pueden introducirse objetos en la boca, por eso es tan importante que un adulto siempre esté supervisando al niño, nunca deben jugar solos, ni dejarles a su alcance objetos que puedan introducirse en la boca, nariz, oídos y etcétera.
En este caso de Cueto refieren que el niño dijo a la mamá que “picaba” la garganta, pero al ella insistir en la conversación el pequeño reveló haber tragado un clavo, por lo cual el paciente fue trasladado al área de salud donde realizaron estudios de Rayos X, en los que se apreció la presencia del cuerpo extraño alojado a nivel de bronquio tronco derecho.
Siempre recuerdo a mi abuela que nos decía que un niño es como un jarro de leche a la candela que, en el menor descuido, se derrama.
Tomado de Cubadebate