Distante a más de diez kilómetros de la ciudad capital de Pinar del Río, radica la comunidad El sitio, escenario de una paulatina recuperación tras del paso de Ian, cuyos vientos huracanados impactaron contra el deteriorado fondo habitacional e instalaciones sociales del lugar.
Hasta allí llegó la presidenta del Consejo de Defensa Provincial (CDP), Yamilé Ramos Cordero, para constatar in situ, la marcha de la recuperación.
Unas 62 viviendas fueron derribadas por el meteoro. Brigadas del sistema empresarial de la Agricultura acometen la reconstrucción con el compromiso de concluir 40 inmuebles al término del año, asegura Juan Antonio Rodríguez, coordinador del grupo Gelma.
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“De fluir la entrada de materiales no habrá contratiempo para ello ni para terminar el resto en febrero próximo”, afirma Rodríguez, mientras el arquitecto de la comunidad última detalles para el comienzo de las labores.
Las viviendas, según los expertos, se edificarán bajo los conceptos de las normas técnicas de la tipología cuatro. Serán tradicionales, con una base de bloques de cemento, madera y cubierta de aluminio y tomarán en cuenta las necesidades de los moradores en apego a la ley y las posibilidades reales del país.
Motivados por la visita de la presidenta del CDP, los vecinos de El sitio transmitieron su agradecimiento también al Grupo Empresarial Tabacuba, responsable de la reparación de la unidad de víveres, el centro de venta de productos agrícolas y la escuela primaria casi lista para recibir a sus 26 estudiantes este lunes, comienzo del nuevo año lectivo.
“Nadie en este lugar ha sido olvidado”, dice Dora Milián, vecina de la comunidad, quien reconoce el esfuerzo de todos por desterrar las huellas de Ian.
Similares expresiones tuvo Mercedes Casanueva, residente también en la localidad, una de las damnificadas por el huracán.
Tras intercambiar con los residentes, la presidenta del CDP llamó a la comunidad a apoyar las labores de reconstrucción de sus viviendas y a hacer del lugar un punto de referencia de lo que es posible lograr cuando prevalece la unidad.
La convicción de que nadie en Cuba está desamparado, anida en El sito, la comunidad distante a más de 10 kilómetros de la capital vueltabajera donde residente 375 personas que ven renacer la esperanza tras el paso de Ian.
