Pedro Alejandro vivía en una comunidad intrincada del municipio de Consolación del Sur, cuando fue electo delegado del Poder Popular en 1976. Desde entonces, desempeña la labor en el poblado de Herradura, con la premisa del vínculo efectivo y sistemático con sus electores.
Por ello, es habitual verlo recorrer las calles de su circunscripción en diálogo permanente con los vecinos, proponiendo soluciones, escuchando preocupaciones y promoviendo acciones para mejorar la vida de cada uno.
“Ser fundador de los órganos locales es para mí un honor. Una ardua labor que requiere de dedicación, pero siento que cumplo con la Patria, con el Comandante en Jefe, que nos pidió en 1976 ser estables en la responsabilidad y sobrepasar los 30 años como delegado”, asegura.
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“Me mantengo como delegado porque no puedo defraudar la confianza que depositaron los electores en mí, es como un premio. Más bien un compromiso, que me insta a luchar por mis electores, para resolver los problemas de la circunscripción y mejorar el trabajo del Poder Popular, garante de la democracia y del sistema social cubano”, comenta Pedro Torres.
En el actual escenario, la labor del delegado adquiere nuevas dimensiones. Pedro, en coordinación con las organizaciones de masas, procura agilizar la tramitación de los planteamientos de la población y la unidad de los vecinos en torno a la solución de los problemas de la comunidad y la atención especial a los barrios en condiciones de vulnerabilidad.
Entre las actividades a las que dedica tiempo en esta etapa figuran la producción de alimentos en los patios. En la demarcación que atiende fomenta un movimiento popular de agricultura familiar con varios vecinos que se sumaron y ya logran cosechas con las que sustentan sus hogares y comparten con la comunidad
“Nuestro gobierno hace esfuerzos extraordinarios para mantener las conquistas sociales de la Revolución, que son derechos humanos que deberían ser universales. Por eso a nosotros, desde las comunidades y los barrios nos corresponde seguir encontrando soluciones con la participación popular”, apunta.
“Eso es hoy más importante que nunca: trabajar en las circunscripciones para no dejar planteamientos sin respuesta o solución. Sin mentir y mantener la convocatoria a las masas, con la convicción de que podemos hacer más por el bienestar común”, agrega este delegado con más de 4 décadas de labor.
Para Pedro Torres los 45 años como delegado de circunscripción, no son más que el cumplimiento del deber.
“No hago nada para sobresaltar, para que me recuerden de forma especial. Si van a recordar, que sea a un cubano sencillo, noble, un componente de este pueblo, que tiene como ambición principal la de trabajar, sin retribuciones especiales a cambio. Y me siento satisfecho de ser así”, concluye en un diálogo de compromiso y continuidad.
Más de 40 años como delegado del Poder Popular le valen el reconocimiento de sus electores, por la verticalidad de sus principios y la labor por el bienestar de la comunidad, poniendo corazón en cada empeño.