A Ricardo Cabrisas Ruiz, dirigente capaz y experimentado; hombre cercano, respetuoso, siempre dispuesto a escuchar y a orientar, se rindió homenaje este jueves en la Necrópolis de Colón. Ofrendas florales del líder de la Revolución cubana, General de Ejército Raúl Castro Ruz, y del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, encabezaron la ceremonia de honores militares en los funerales del incondicional revolucionario.
Presidido por el Jefe de Estado cubano, el tributo se convirtió en un solemne, sencillo y conmovedor momento, en el cual las palabras del miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, significaron la valía y entrega del entrañable Cabrisas, quien desde el triunfo de 1959 se mantuvo en la primera línea de combate en frentes decisivos para el país: “primero en las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, después en el servicio exterior, y posteriormente como Ministro de Comercio Exterior, cargo en el que se desempeñó durante veinte años”.

“Por esa trayectoria de probada capacidad y resultados, en el año 2008 es designado vicepresidente del Consejo de Ministros, responsabilidad que a partir del 2016 simultaneó por dos años con la de titular del Ministerio de Economía y Planificación, y más tarde entre 2023 y 2024, como Viceprimer Ministro y Ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera”, recordó Marrero Cruz.
De su labor decisiva en cada uno de esos frentes, como pieza clave de la diplomacia económica del país, habló igualmente el Jefe de Gobierno, destacando la entrega incondicional de quien, “con inteligencia, perseverancia y firmeza, negoció asuntos complejos en diversos escenarios internacionales, en los que defendió de forma invariable la soberanía nacional, buscando soluciones justas para el pueblo cubano, siendo respetado y reconocido por las contrapartes”.

Aun cuando su actitud y resultados lo hicieron merecedor de múltiples reconocimientos y condecoraciones, tanto nacionales como extranjeros, entre ellos el Título Honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, su huella, destacó el Primer Ministro, no se mide solo por cargos y títulos: “Estará siempre presente, por las enseñanzas que trasmitió a quienes lo rodeaban, por la confianza que supo ganarse, por la seguridad que trasmitía en cada negociación, por la honestidad y la sencillez con que trataba a todos, y especialmente por su lealtad sin fisuras a la Patria, a la Revolución, al Partido, al Gobierno, y especialmente a Fidel y a Raúl, de los que supo ganarse su confianza plena”.
Asistieron también a la ceremonia los miembros del Buró Político Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, y Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República; otros miembros del Buró Político; dirigentes del Partido, del Gobierno, de los ministerios de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Interior, así como compañeros de trabajo.
Salvas de artillería, honores militares, silencio… la urna funeraria del viceprimer ministro Ricardo Cabrisas Ruiz fue depositada en su nicho, y hasta ella llegó el último adiós de Hilda, su compañera de toda la vida; también de familiares y compañeros, entre ellos de manera cercana el viceprimer ministro, Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez.
(Tomado de Presidencia Cuba)