Encontrar un equilibrio entre la vida laboral y la maternidad es un desafío para muchas mujeres. En esa encrucijada se vio Imandra Rosa Martínez Palacios, médica del Hospital Pediátrico Pepe Portilla de Pinar del Río y madre soltera de una pequeña de tres años.
La constante preocupación por ubicar un lugar seguro para su hija Valeska, una vez concluido el periodo de licencia retribuida, halló solución con la apertura en mayo de 2023, de la casita infantil Futuros Galenos, en esa institución de salud.
“Como profesional especializada en psiquiatría infantil, sé lo crucial que son los primeros años de vida para el desarrollo integral de un niño. La certeza de que mi hija recibe el apoyo educativo y emocional que necesita, de manos de docentes capacitadas, permite enfocarme en mi trabajo y crecer profesionalmente”, asegura.
Desde su primer año de vida, Valeska es parte de la matrícula de este acogedor espacio, concebido para apoyar a los padres trabajadores necesitados de un sitio para la atención y la educación integral de sus hijos.
“Las casitas infantiles son más que un lugar de cuidado; son un espacio donde nuestros pequeños pueden desarrollar su potencial en un entorno seguro y estimulante. Estoy convencida de que iniciativas como estas son esenciales para el bienestar de las familias y el futuro de nuestros niños”, apunta.
A partir de una estrategia de Salud Pública, profesionales con una especialidad médica como Imandra realizan con periodicidad consultas en los territorios de la geografía local. Trasladarse hasta lugares distantes del municipio cabecera, donde reside junto a su niña, entrañaba antes un gran sacrificio y la angustia de dejar a cargo de su madre anciana el cuidado de la pequeña. Ahora, asume más tranquila esos viajes, gracias a la seguridad que ofrece esta iniciativa escolar.
“Agradezco sinceramente a quienes han hecho posible este sueño que beneficia a nuestros hijos y empodera a las madres trabajadoras como yo”, comparte con felicidad.
Futuros Galenos es una de las 44 casitas infantiles apoyadas durante el 2024, como parte del proyecto “Incremento de la cobertura educativa para la primera infancia, mediante la modalidad institucional. Fortalecimiento de la educación integral e implementación de programas de parentalidad con enfoque de género en Cuba”.
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Desde su visión especializada, Imandra considera que las casitas infantiles promueven un enfoque empático, colaborativo y participativo que será determinante en la adultez.
“El aprendizaje basado en el juego, el fomento de la curiosidad y la creación de habilidades son esenciales en esta etapa. El apoyo emocional temprano tiene repercusiones a largo plazo en la salud mental y el bienestar de nuestros hijos”, acota.
Con 23 casitas infantiles en funcionamiento, la provincia de Pinar del Río continúa apostando por este tipo de alternativa en la totalidad de sus municipios, en el empeño de aliviar la demanda de plazas por madres y padres trabajadores, que no se han podido satisfacer.
Por tal razón, esta joven pinareña, nos comparte con emoción su gratitud e insiste en resaltar el valor que en su vida tiene esta modalidad institucional de atención a la primera infancia, pues «con aliados como estos, se hace mucho más llevadera la dualidad de madre trabajadora», afirma.
“Las casitas infantiles son un regalo para las familias. Estoy convencida de que al invertir en estas instalaciones, estamos construyendo un futuro prometedor para nuestra sociedad”, dice esperanzada.
