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En Cuba, el pueblo nomina y elige.

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#YoVotoXTodos Caricatura: Martirena

Este domingo 26 de marzo, en Cuba los mayores de 16 años elegiremos los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular por el término de cinco años, que es el periodo de duración de cada legislatura.

Quienes resulten electos seleccionarán al Presidente y Vicepresidente de la nación; al presidente, vicepresidente y secretario del Parlamento cubano; a los integrantes del Consejo de Estado; al presidente del Tribunal Supremo Popular; al fiscal general de la República; al contralor general; entre otros.

De modo que las elecciones nacionales no nos son ajenas y ejercer nuestro derecho constitucional en las urnas constituye un acto de responsabilidad.

Según el artículo 102 de la Carta Magna, la Asamblea Nacional del Poder Popular es el órgano supremo del poder del Estado, representa a todo el pueblo y expresa su voluntad soberana.

Es la encargada de aprobar, modificar o derogar las leyes y someterlas previamente a la consulta popular cuando lo estime procedente, en atención a la índole de la legislación de que se trate; ejercer el control de constitucionalidad sobre las leyes, decretos- leyes, decretos presidenciales, decretos y demás disposiciones generales de conformidad con el procedimiento previsto en la ley.

De ahí que este domingo elegiremos a quienes nos representarán en la toma de decisiones.

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 Son varias las características que distinguen los comicios en Cuba, sobre todo que se trata de un suceso de pueblo  en el cual intervienen, escuche bien, más de 200 mil personas investidas de autoridad electoral.

 Asimismo, antes de ir a votar conocemos las biografías de los candidatos, expuestas en lugares de mayor afluencia de la población en las circunscripciones.

 Pero también tenemos la posibilidad de intercambiar con ellos. Y usted no me dejará mentir porque ha sido testigo de eso.

Los candidatos a diputados en Cuba han recorrido centros de interés económico y social de los municipios por los cuales están nominados, y han intercambiado con los electores en las comunidades, han conocido lo que les preocupa e inquieta, una práctica imprescindible teniendo en cuenta que los problemas no necesariamente son los mismos en cada lugar.

 Y la gente ha sido escuchada, se ha hablado sin tapujos ni censuras de altos precios, salarios, desabastecimiento, planteamientos envejecidos en las circunscripciones y que no han tenido solución, de la marcha de la recuperación de la vivienda tras el paso de Ian, que aún no alcanza el ritmo necesario, y de muchos y variados temas porque también es diversa nuestra sociedad.

Este domingo, en Cuba elegiremos a nuestros diputados mediante el voto libre, igual, directo y secreto, a esos que no cobrarán un salario por integrar el máximo órgano del poder del Estado y que a sus tantas responsabilidades sociales y familiares sumarán otra de mucho peso.

Son los méritos y las trayectorias las únicas condicionantes para ser elegidos, pues usted sabe que las elecciones en Cuba excluyen todo tipo de propaganda electoral individual o acción para privilegiar a un candidato sobre otro.

Tendremos ante nosotros un nuevo ejercicio de democracia, como sucede siempre que el pueblo cubano decide.

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