Un pilar fundamental de la actualización de nuestro modelo económico es la transformación cambiaria, la cual está insertada en el Programa de Estabilización Macroeconómica y en el Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía.
Como informó recientemente la ministra presidenta del Banco Central de Cuba, el país contará con una nueva tasa de cambio oficial. Para conocer el alcance real de la medida, cómo impactará en los diversos actores de la economía y en la población, conversamos con Ian Pedro Carbonell, director de Políticas Macroeconómicas del Banco Central de Cuba.
—¿Por qué era necesaria una nueva tasa de cambio?
Ian Pedro Carbonell explicó que, como fue anunciado por la ministra presidenta del Banco Central de Cuba, Juana Lilia Delgado Portal, se da inicio a las transformaciones cambiarias.
“Estas transformaciones cambiarias están previstas tanto en el Programa de Estabilización Macroeconómica como en el Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía. Tienen como objetivo fundamental organizar los flujos en divisas que se cambian por moneda nacional, fortalecer la función de intermediación que debe desempeñar el sistema financiero y conformar un mercado cambiario funcional, oficial, transparente y legal que permita la realización de esas operaciones cambiarias en ese espacio”, agregó.
El especialista subrayó que todo ello va a tributar a lograr un mejor ambiente para las inversiones e incentivar al sector generador de divisas del país, como el sector exportador y otras entidades que generan estos ingresos.
“Es conocido que en el país actualmente existen dos tasas de cambio oficiales: 1×24 y 1×120; además de referencias no oficiales que utilizan el sector no estatal y las personas naturales para realizar sus operaciones cambiarias.
El objetivo es lograr que todas esas operaciones se realicen a través del sistema financiero y que pueda funcionar un mercado oficial que genere una tasa sin la volatilidad y los movimientos especulativos que hoy afectan tanto a los hogares como a los negocios en su operatoria”.

—¿Por qué la nueva tasa oficial tiene ese valor ?
“Reconocemos que la nueva tasa anunciada no será bajo; quizás no es lo que muchos esperaban, pero es la que va a permitir que el mercado cambiario funcione”, fundamentó Ian Pedro.
Para el director de Políticas Macroeconómicas del Banco Central de Cuba, la nueva tasa se sustenta en operaciones reales y no en intenciones de compra y venta, como ocurre en el mercado informal.
“Tendremos una tasa objetiva, que responde a las condiciones de la economía. Todos sabemos en qué estado nos encontramos, donde se aprecia una caída de las exportaciones y del Producto Interno Bruto (PIB), así como una emisión monetaria —aunque más contenida— para reducir el déficit fiscal, además de las presiones externas de todo tipo sobre el sistema financiero cubano”.
“Seguir esperando era el peor de los escenarios, por lo que era un imperativo iniciar estas transformaciones cambiarias y construir el mercado cambiario oficial que demanda la economía cubana”, puntualizó.
Carbonell valoró que el mercado cambiario oficial debe ser el espacio mediante el cual, de manera legal y segura, y con disímiles instrumentos de pago, se puedan establecer las operaciones cambiarias necesarias para muchos de los actores de la economía, así como para las personas naturales.
“Las personas naturales necesitan cambiar sus remesas por moneda nacional. Los actores económicos, tanto estatales como no estatales, necesitan acceder a divisas para completar sus ciclos productivos y, en el caso de los exportadores, también cambiar esas divisas a moneda nacional”.

—¿Existirán múltiples tasas de cambio? ¿Por qué?
El director de Políticas Macroeconómicas del Banco Central de Cuba explicó que el diseño mediante el cual se han iniciado estas transformaciones cambiarias tiene un enfoque gradual.
“No es aconsejable una unificación cambiaria de golpe, porque tendría resultados muy negativos para la economía. Estas no son terapias de choque”.
En ese sentido, detalló que el diseño concibe la creación de tres segmentos cambiarios, con sus respectivos participantes y tasas de cambio oficiales distintas. Se contará con tres tasas de cambio oficiales en la economía, que estructuran el mercado cambiario que se está iniciando.
El Segmento I concentra las asignaciones que realiza el Estado mediante la Caja Central, destinadas a cubrir las necesidades esenciales y estratégicas del país. Este segmento continuará operando con la tasa de cambio vigente, ya que está directamente vinculado al aseguramiento de bienes y servicios prioritarios como el cuadro básico de medicamentos, los combustibles, la generación de energía eléctrica, la canasta básica y el transporte público, entre otros.
La permanencia de esta tasa responde a la necesidad de evitar presiones adicionales sobre los precios de productos y servicios indispensables para la población, los cuales dependen en gran medida de las importaciones.
No obstante, la satisfacción de estas demandas fundamentales se ha visto limitada por la escasez de divisas. En este contexto, se ha concebido un segundo segmento, en el que participarán determinadas entidades con capacidad de generar ingresos externos. En este espacio se aplicará un régimen cambiario diferente, orientado a estimular la rentabilidad y la competitividad de dichas entidades, con el objetivo de fortalecer la balanza comercial y ampliar la disponibilidad de recursos para respaldar las necesidades atendidas en el Segmento I.
El Segmento II reviste una relevancia estratégica, ya que será el encargado de conducir gradualmente el proceso de convergencia hacia una tasa de cambio única para el conjunto de la economía.
Asimismo, se ha estructurado un Segmento III, que introduce uno de los cambios más innovadores del proceso de transformación cambiaria, al modificar el régimen de cambio aplicable a las personas naturales y a las formas de gestión no estatal.
No obstante, se mantiene el objetivo estratégico de contar con una sola tasa de cambio en la economía. “Esta estructura irá haciendo converger poco a poco estas tres tasas de cambio oficiales hacia una tasa de cambio única”.


—¿Qué beneficios tiene este esquema?
El economista comentó que establecer un mercado oficial funcional brinda múltiples beneficios a la economía. “Se forma una tasa que va a estar respaldada por operaciones reales, por lo que responde a las condiciones de la economía; a la vez que da acceso legal a las divisas a muchos actores que hoy no lo tenían. Estos actores enfrentaban condiciones difíciles para llevar a cabo labores de reaprovisionamiento de sus negocios y debían acudir a espacios no oficiales para realizar cambios de moneda.
El hecho de poder cerrar un ciclo productivo sin tener que realizar una operación ilegal ni acudir a un mercado informal, con todos los riesgos que ello conlleva, es uno de los elementos positivos de esta propuesta”.
Subrayó que otro elemento cardinal de la propuesta es que las entidades generadoras de divisas podrán vender, en el mercado cambiario, parte de las divisas que están autorizadas a retener. “Esta es una tasa mucho más favorable que la que hoy opera en su contabilidad”.
Agregó que las entidades exportadoras y aquellas que generan divisas desde sus cuentas bancarias podrán acceder a este mercado cambiario. “Esta nueva tasa les permitirá ingresar una mayor cantidad de pesos cubanos por cada dólar generado y ofrecerá mejores condiciones para pagar salarios, realizar inversiones y cubrir gastos en pesos cubanos, lo que les permitirá desarrollar su actividad. Esto potencia al sector exportador, que es el generador de divisas que permitirá al país contar con mayores ingresos en la Caja Central para sostener las necesidades básicas de la población”.
En el caso de la población, explicó que podrán acudir a las sucursales bancarias o a las casas de cambio (CADECA) para vender sus divisas. “Será un espacio seguro, con una tasa de cambio atractiva, que permitirá obtener moneda nacional sin incurrir en los riesgos de operar en mercados no oficiales”.
Por su parte, para la compra de divisas, recordó que se trata de un mecanismo gradual y puntualizó que este mercado venderá lo que compra; de ahí la tasa y el régimen cambiario flotante, pues el mercado no demandará recursos del país para su operatoria.
“Por ello es importante que una de las fuentes de divisas sean los exportadores. El mercado debe ir ampliando las operaciones de venta de divisas más allá de las oficinas actualmente autorizadas. El objetivo es lograr que en todas las sucursales bancarias y casas de cambio se puedan realizar, de manera simultánea, operaciones de compra y venta de divisas.
Las operaciones de venta se irán abriendo de forma progresiva, en la medida en que el mercado se vaya robusteciendo”.

—¿Qué implica que la tasa sea flotante? ¿Cambia todos los días?
Con la implementación de estas disposiciones, la tasa de cambio correspondiente al Segmento III será objeto de ajustes periódicos, en correspondencia con las condiciones reales de la economía en cada etapa.
En ese sentido, la tasa podrá modificarse incluso de manera diaria, atendiendo a la dinámica de las operaciones que se realicen en el mercado, así como a otros factores del entorno macroeconómico que serán evaluados de forma sistemática por el equipo técnico especializado en materia cambiaria.
Este mecanismo contribuye a dotar de mayor solidez y transparencia a la tasa de referencia para todos los actores de este segmento, reduciendo los márgenes de manipulación y especulación a los que actualmente están expuestos tanto los hogares como las actividades económicas.

¿Qué va a pasar con las tarjetas en MLC?
Sobre esta inquietud de la población, Ian Pedro Carbonell recordó que se trata de cuentas bancarias en divisas; por lo tanto, el sistema financiero mantiene su posición y estas cuentas continúan operando como hasta ahora.
“Con la implementación del nuevo mecanismo de gestión, control y asignación de divisas se abre la posibilidad de recuperar, de forma más rápida y progresiva, la plena funcionalidad de estas cuentas, que hoy no son aceptadas en algunos comercios. Actualmente se trabaja, en el marco del nuevo mecanismo, para recuperar dicha funcionalidad”.

—¿Cómo comprarán las nuevas formas de gestión no estatal y las personas naturales?
A partir de la implementación de este nuevo mercado cambiario, las formas de gestión no estatal que no tenían acceso legal a la compra de divisas podrán acceder al mercado a través de sus bancos comerciales, desde sus cuentas bancarias. “Tendrán acceso al mercado cambiario sin necesidad de operar con efectivo, ya que las transacciones se realizarán desde las cuentas fiscales”.
En el caso de las personas naturales, se mantiene el límite de compra de hasta 100 USD por operación.
“Para las formas de gestión no estatal se establece el criterio de que podrán comprar divisas hasta un 50 % del promedio de los ingresos brutos de la cuenta fiscal en el último trimestre. No consideramos adecuado establecer una cuantía fija, porque cada actor tiene distintos niveles de actividad”.
Explicó que, en el caso de las personas naturales, se mantiene el mismo mecanismo para acceder a las 41 oficinas que realizan operaciones de venta. “Sabemos que en la actualidad funciona con lentitud. Las colas actuales de la aplicación Ticket se mantienen. Quizás, ante la nueva tasa, algunas personas no compren ahora y las colas se modifiquen o se reduzca la demanda”.
Añadió que las nuevas oficinas que se incorporen iniciarán desde cero, con colas nuevas, pero con el mismo mecanismo de tickets para establecer los turnos. “Este sistema se mantendrá hasta que se recupere la operatoria anterior, en la que se compraba y vendía de manera natural. Sabemos que las colas se generan cuando la demanda supera la oferta”.

—Ahora bien, lo que todos quieren saber: ¿cuál va a ser esa tasa?
Las tasas de cambio oficiales correspondientes a cada segmento se darán a conocer públicamente a través del sitio web oficial del Banco Central a las 12:00 de la noche de mañana.
Aunque el relanzamiento del nuevo mercado cambiario no eliminará de manera inmediata el mercado informal, sí contribuirá de forma positiva a ordenar los flujos de divisas del país —a través de la Caja Central— y a potenciar el crecimiento de las exportaciones y los ingresos externos.
Al mismo tiempo, deberá generar un entorno más favorable para las inversiones y propiciar que los actores económicos puedan desarrollar su actividad de manera segura y legal a través del Sistema Bancario y Financiero.
Tomado de Cubadebate







