Quizás no sea este un Primero de Mayo de alegría tremenda, de júbilo, de satisfacción. El contexto cubano así lo determina. Desde hace más de un año Cuba vive un escenario de incertidumbre económica, de estrecheces y contracciones que lleva a los hombres y mujeres de esta tierra a ahorrar, a sacar cuentas y más cuentas para que la economía doméstica cubra un mes completo y satisfaga en alguna medida las necesidades del hogar.
Han sido meses muy tensos para el país, para la provincia, para todos. Ian con su paso devastador vino a poner como se dice en buen cubano “la tapa al pomo”, en tanto la entrada de recursos en lo que va de año no ha sido sistemática y se cuentan por miles aquellos que planillas en mano esperan por techos, elementos de pared, cemento para levantar otra vez sus viviendas.
En medio de esta situación los tabacaleros han logrado emprender una campaña, pequeña sí, pero hecha a fuego y sangre, a sudor y esfuerzo, levantando casas de cura cuando la propia aún espera, y todo para poder cumplir.
Y así, este país convocó a elecciones, así este país refrendó su Constitución, aprobó el Código de las Familias, votó por sus delegados de base, por sus diputados, y no se cansa o si se cansa, sigue adelante por difícil que sea, porque no hacer nada siempre fue peor.
En su discurso de toma de posesión el pasado 19 de abril, Díaz Canel decía: “Estoy bastante seguro de que ninguna simulación de Inteligencia Artificial podría resumir la proeza del pueblo cubano en los últimos años. La resistencia creativa de la gente de este país, su resiliencia, supera los límites de cualquier simulación o predicción. No hay algoritmo capaz de reflejar todo lo que vivimos. Eso solo puede ser sentido.
“Cuando me preguntan de dónde saco el optimismo para enfrentar tantos problemas, yo pienso en esas proezas, decía el Presidente. En eso y en cientos de soluciones y propuestas de soluciones que encuentro cada vez que veo a personas que invierten inteligencia y energías en el afán de encontrar soluciones a los problemas de su entorno, en lugar de llenarse de lamentos y acusaciones”.
Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba
Casi al finalizar decía Díaz Canel: “El proyecto de país que nos hemos propuesto pretende encontrar una mejor sinergia, diferente a la de otros modelos, que conduzca a mayores niveles de equidad y de realización, tanto a nivel individual como colectivo, que tenga el sello de los valores que compartimos como sociedad y que además incorpore sostenibilidad y prosperidad. En un contexto tan adverso como en el que nos ha tocado vivir, tal idea puede sonar muy ambiciosa”.
Con esa aspiración, con esos derroteros, con esos desafíos y con esa esperanza conmemoramos este Primero de Mayo, un día que siempre fue de fiesta para los cubanos y con certeza lo seguirá siendo.
