Faltan apenas semanas para el arranque de la III Liga Élite del Beisbol Cubano y el equipo subcampeón de la 63 Serie Nacional se alista en vistas al compromiso.
Los Vegueros trabajan intensamente en aras de aprovechar el tiempo para tomar la forma óptima antes de comenzar la lid.
Desde muy temprano el estadio Capitán San Luis, se convierte en un hormiguero de jugadores y entrenadores que aprovechan la jornada al máximo: la inmensa jaula de bateo blinda el home play, una máquina emplazada frente al club house dispara bolas blancas hacia los receptores, tras la línea de foul del jardín derecho calientan sus brazos los lanzadores.
Alexander Urquiola, entrenador de los Verdes, observa el proceso moviéndose de un lado a otro, supervisa cada área aunque confía en el grupo que le acompaña.
«Tenemos un muy buen colectivo técnico, detrás de los resultados tiene que existir un grupo cohesionado y trabajador, y afortunadamente contamos con un muy buen cuerpo de entrenadores», comentó a JIT.
Los coaches Joselian Cejas y Mario Luis Valle batean roletas al cuadro, la defensa alrededor de las almohadillas resulta vital para un cuerpo de lanzadores que obliga a conectar rodados a los contrarios.
Lo reconoce Urquiola, quien mira con buenos ojos el desempeño de Dainier Gálvez, uno de los refuerzos con los que blindó la línea central, específicamente alrededor de la segunda base.
Para ello será fundamental la calidad del terreno, y el Coloso de los Vegueros marcha siempre a la vanguardia en ese sentido: a pesar de sufrir constantemente el embate de ciclones que maltratan su infraestructura, el grupo encargado del mantenimiento redobla esfuerzos y logra ponerlo entre los mejores del país.
La hierba luce un poco alta a la vista del neófito en la cuestión, pero Ronald Suárez Izquierdo, director de la instalación explica amablemente que ello se debe a una estrategia para protegerla de quemarse al sol, no se trata de dejar que crezca mucho tampoco, pero sí controlar el volumen para evitar huecos luego.
Suárez despeja cualquier temor por las lluvias que azotaron en estos días la capital pinareña, «lejos de dañar ha venido muy bien al césped, por eso luce ese verde intenso, y ahora sí estamos en condiciones de chapear para acoger aquí la final del Torneo Nacional de Clubes Campeones de Beisbol 2025, que enfrenta a los Lobos de Pinar del Río y los Sultanes de Holguín este fin de semana».
La humedad ahora no es un problema, el drenaje del terreno es eficiente y cuentan con arcilla en los depósitos para solucionar cualquier dificultad de este tipo, además, asegura el directivo que los volúmenes de disponibilidad aumentarán con una nueva cantidad que llegará en breve.
Así mismo confirmó que para la final del Torneo de Clubes quedarán repuestos un total de 20 colchones que sufrían algún deterioro, por lo que al comienzo de la Liga Élite todo el acolchonado contará con condiciones óptimas, lo mismo para las intensas jornadas de entrenamiento que vive el conjunto local.
«Nosotros no tenemos descanso, mientras ellos hacen su trabajo en el terreno aprovechamos para otras labores, así todo el alumbrado interior está al 100 por ciento, las cabinas de transmisiones fueron reparadas y pintadas, lo mismo que los pasillos y las gradas reciben sus últimos retoques, no paramos para que ellos tengan la mejor de las casas y que el estadio esté a la altura de las alegrías que le dan al pueblo», apuntó Ronald.
En el terreno no para el ajetreo, Reinier León alista los bateadores y Julio Alberto Candelaria cuantifica las cargas físicas para que respondan al tipo de campeonato que los ocupa.
Urquiola sigue atento cada actividad, incluso le alcanza para echar una mirada a las labores de remozamiento, vela por la altura del box, se fija en el césped y los camerinos y así uno puede adivinar porqué sentencia con plena seguridad: «nosotros siempre trabajamos por estar entre los primeros, no tenemos metas menos ambiciosas».
(Tomado de Jit)