Por la arteria principal de la ciudad y hasta el Parque de la Independencia se dieron cita pinareños de todas las edades y sectores de la sociedad para alzar sus voces contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos a Cuba.
Más de seis décadas ha resistido el pueblo cubano esa política hostil e inhumana por eso acudieron a un sitio insigne de la urbe, sede de numerosas batallas de los lugareños.
Para José Alejandro Jiménez, estudiante de sexto año de Medicina, la Revolución Cubana no fue una decisión de 82 hombres que desembarcaron por playa Las Coloradas, «sino que fue construida desde el 10 de octubre de 1868, reafirmada por los cubanos que se lanzaron a la huelga general para asegurar el triunfo revolucionario y defendida por generaciones de cubanos que seguimos aportando y construyendo en Cuba y por ella».
Por encima del reclamo internacional durante más de 30 años en Naciones Unidas, en lugar de desaparecer es fortalecido con nuevas medidas dirigidas a sectores estratégicos como la agricultura, el turismo y en estos últimos tiempos, al sistema eléctrico, dijo.
Pero no les basta con eso, sino que también nos incluyen en una lista absurda y unilateral de países patrocinadores del terrorismo, que trae consigo la cancelación de operaciones comerciales, acciones de cooperación y proyectos inversionistas, apuntó.
Medio millón de dólares perdemos cada hora por el bloqueo; se dice fácil pero ahí está el esfuerzo del gobierno cubano y de este pueblo heroico que ha superado pandemias, ciclones, tornados, desconexiones eléctricas, refirió.
Rubén Llega Sixto, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba en Vueltabajo, aseveró que a pocos días del aniversario 66 del triunfo de la Revolución los hijos de José Martí y Fidel Castro reafirman la voluntad de seguir defendiendo la obra construida.