La radio tiene un flow sencillo pero elegante. Y para quien se atreve a cuestionarlo, ¡atentos! dos datos de interés: Es el medio mejor adaptado a la crisis; y es en el que más confían las audiencias. Precisamente, sobre el arte sonoro en la era digital convergente, habla la Dra.C Ana Teresa Badía a los jóvenes delegados de La Vueltabajo en esta duodécima edición.

La radio, señores, es pura “marca mango”. Según la experta rompe paradigmas, estableciendo modelos diversos de realización, de lo nacional a lo local, terminando con la sincronía y la fugacidad radiofónica, para mutar hacia lo sonoro con audiolibros, aplicaciones, podcast, radio no lineal, radio en directo, canales de whatsapp, etc.
Pero eso sí: los medios deben funcionar de forma estratégica en relación a las audiencias. Ya saben, por eso de que “no es lo mismo hablar conmigo que de mi”.
A los públicos hay que dedicarle, no “la mitad de lo que tú publicas”, sino todo, con un estilo directo, pocas palabras, acompañado de música para entretener, preferiblemente en tiempo presente. Esa fórmula no falla, viene siendo “los cuatro ingredientes del batido”, del “hablar matador”.
Dialogar para las audiencias y como ellas, con su misma estética popular, augura una conexión más profunda que responde al nuevo modelo de comunicación, donde los roles entre productores y receptores varían o se alternan. Al que crea lo contrario, túmbalo que es de cartón.

Es cierto que la radio necesita ser más innovadora- y en esta idea insiste Badía- para renovar el discurso sonoro, y hacer posibles praxis novedosas (ingeniosas) y la transformación de estilos y narrativas; incluso, apelar a una evolución académica desde la docencia, con enfoques holísticos y multidisciplinarios.
Los sonidos son patrimonio y memoria; la radio debe ser cada vez más arte para ganar audiencias, y su tarea, “sonar más que el cañonazo”, pero desde la autenticidad, con agendas y producciones propias.
Aquí sí importan los medios para llegar al fin, pero el fin importa más, así que como realizadores, aprovechamos los tips de la profe Ana, aferrándonos a todos los recursos del discurso sonoro, la variedad de géneros y formatos, el humor, la música y los elementos de la cultura popular; nos volvemos especialistas en narrar y describir, e incorporarnos nuevos formatos.
Solo agrego que La Vueltabajo es un lujo académico por las intervenciones de profesionales e investigadores del medio, que le han dedicado años de entrega.
Nadie dude que esa vorágine lectiva, que moviliza neuronas y prácticas de realización, alimenten la valía del medio sonoro. Ya nos veo coreando “ella esta durísima con tilde en la A”… Ra, ra, ra-dios.

(Tomado de La Vuelta Abajo)