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La radio cubana, fiel compañera de la Revolución

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Cuando el 22 de agosto de 1922 se realizaba la primera trasmisión oficial en Cuba a través de la señal de la Estación 2LC, ubicada en La Habana, pocos pensaron que, un siglo después, el sistema de medios públicos de la nación contaría con 100 emisoras para reflejar el quehacer de la vida sociopolítica y económica de una nación agredida mediáticamente como pocas en el planeta.

Y es que la radio cubana ha evolucionado con el paso de los años hasta convertirse en “sonido para ver”; y también para convertirse en la voz misma de los principales acontecimientos de un archipiélago que no deja de generar titulares a escala global, como si del ombligo del mundo se tratase.

Si los cubanos buscamos inmediatez noticiosa escuchamos la Radio, si nos sentimos solos, sintonizamos nuestra emisora favorita y si queremos que nuestro criterio sea tenido en cuenta por algún directivo local, llamamos a cuanto programa de participación esté “en el aire”.

En definitiva: si la verdad de Cuba prevalece hoy y se impone por encima de falacias y manipulaciones informativas, se debe también al tratamiento que le da cada emisora a sus agendas públicas y mediáticas.

Alto y fuerte lo dice Yuzaima Cardona Villena, directora general de la Radio Cubana, quien comenzó como periodista hace más de más de 30 años y ha dedicado su vida a un medio de comunicación que se le ha vuelto tan imprescindible como respirar, o como el rocío de la mañana.

“Desde la universidad, cuando hice las prácticas de producción en Radio Progreso y en Radio Rebelde, correspondientes al tercer año de la carrera, me atrajo este medio, o mejor, me atrajo el ambiente mágico de las cabinas de radio en el cual te sientes acompañada y eso es algo que envuelve”.

“Después me gradué y pasé a trabajar en Juventud Rebelde en la provincia de Guantánamo y en el año de 1990 tuve también la posibilidad de trabajar en otros medios a la vez, pero es en la emisora provincial donde incursiono con noticias diarias sobre el acontecer de las montañas guantanameras y el plan turquino”.

Esa fue precisamente la primera misión como recién graduada: reseñar la vida y la rutina diaria en una zona mágica de Cuba. Entonces, seducida por los micrófonos y las consolas de sonido, elige la radio, como el “pan” de su vida.

“Luego viejo para La Habana y me ubican en Radio Reloj para terminar mi servicio social y me quedé trece años aquí porque me apasionan las rutinas de esta emisora y me enamoré de su gente. No es un secreto para nadie que Radio Reloj enamora y ese sentimiento cala tan hondo que es muy difícil no se lleve dentro para toda la vida”.

Pero Yuzaima nunca pensó dirigir a 100 emisoras, cada una con necesidades y características diferentes.

“Del 2005 al 2011 me convertí en la directora nacional de información y propaganda de la radio cubana, o sea dirigía a nivel nacional, pero solo un sector a fin con mi carrera. Sin embargo, ya después, soy designada para dirigir estas 100 emisoras con procesos bien complejos y eso sigue siendo todo un reto para mí hasta el día de hoy”.

“Hay que llevar a la vez la programación, los locutores, la administración, los recursos, la conectividad, en fin, se trata de un proceso amplísimo y dinámico; y que dirija la radio cuando se cumplen 100 años de su fundación es un privilegio enorme que asumo con un equipo de trabajo muy profesional junto al cual me entrego en cuerpo y alma a esta tarea. Entre todos tratamos de hacer con muchos deseos y siempre llenos de motivaciones”.

De acuerdo con Cardona Villena la principal misión de la radio cubana es acompañar a esta Revolución y hacerlo cerca del pueblo, porque el pueblo tiene que decidir la agenda diaria de conjunto con los medios de comunicación.

“Resulta necesario que cada emisora construya de conjunto con sus audiencias la realidad de lo que sucede hoy en el país porque se suceden constantemente cambios y trasformaciones para bien de la sociedad, pero también hay otros elementos que no salen bien y que nos toca señalarlos”.

La radio cubana tiene que construir este país de conjunto con el pueblo a partir de una participación ciudadana, dice, y luego agrega que lograrlo no es un lema o un mero eslogan, sino que la participación de las audiencias debe ser protagonista de la programación de cada emisora cubana.

“Hay que tenerle mucho respeto al micrófono y las personas que cada día se acercan a él tienen que ser las más preparadas. Nuestros radialistas no pueden llegar a un programa sin haberlo preparado antes, sin haber investigado antes, sin haber realizado el trabajo de mesa como corresponde, sin saber a qué público va dirigido ese programa. Se trata de respetar al pueblo porque a él nos debemos”.

“Tenemos que informar con certeza, con inmediatez y trasladar artísticamente la obra que cada día diseñamos, de construir estéticamente un gusto en la población, de formar culturalmente a las nuevas generaciones. Tenemos misiones educativas y de orientación”.

“De las 100 emisoras cubanas, 74 son municipales y en esas emisoras municipales se cuenta la vida de los territorios cada día. Y la gente acude o llama a su emisora para plantear los problemas porque confía en ella y porque quiere que la emisora lo mantenga informado y le avise que llegó el pollo, o a qué hora se queda sin electricidad. Los servicios de facilitación social son parte indisoluble del pueblo y por supuesto, de la radio. Los servicios de facilitación social mantienen viva a la radio”.

¿Cómo acercar las nuevas generaciones a la radio?

Noticiero Nacional de Radio. Foto: Juventud Rebelde.

“Yo he reflexionado mucho sobre ese aspecto, incluso antes de dirigir a la radio cubana porque se trata de un viejo reclamo el poder conquistar a las audiencias más jóvenes y he pensado en mí misma cuando estudiaba en la secundaria y la verdad es que, a esa edad, no son muchos quienes se interesan o se acercan a la radio.

Hoy, sin distinción, son las redes sociales la principal vía de entretenimiento de los jóvenes. Entonces el reto nuestro es llevar la radio a las redes sociales y tenemos que enseñarles a las personas de cualquier edad que pueden escuchar su emisora, o la que deseen, desde el celular.

A veces nos dicen que casi no se venden radios en el país, lo cual es cierto, pero la realidad es que 7 000 000 de cubanos usan un celular y la gran mayoría de estos teléfonos no necesitan ni siquiera de audífonos para hacer la función de antena y sintonizar las emisoras. O sea, los celulares son un instrumento que las personas pueden emplear para escuchar la radio.

Y el contenido es el rey. Por ejemplo, si un determinado radialista presenta un programa atractivo desde el punto de vista cultural, claro que va a conquistar a las audiencias y si le da participación al pueblo, pues mayor será el éxito.

En mayo estuve presente en el Festival de la Radio Universitaria que se celebra en la provincia de Holguín cada año y fue una oportunidad única el poder compartir con jóvenes de todas las casas de altos estudios del país.

Se trata de un Festival que lleva ya trece ediciones y me impresionó sobremanera el escuchar la calidad de las obras que allí se presentaron y también el trabajo realizado por el jurado.

Cualquiera de las 183 obras presentadas puede radiarse en nuestras emisoras nacionales y entonces te percatas que hay muchos jóvenes que aman a la radio y encuentran en ella un medio que los atrae porque son estudiantes de medicina, de ingeniería, incluso el menor por ciento eran estudiantes de las carreras de comunicación social y periodismo.

Y esa es la realidad, hay jóvenes universitarios haciendo radio en nuestros días. Allí estaba una representación de los muchachos que estudian geología en la Universidad Industrial de Moa y fueron premiados en esta edición del Festival y desde hace 37 años tenemos una emisora dentro de la Facultad de Ciencias Médicas de Pinar del Río, y así sucede en varias provincias y ciudades cubanas. A esos jóvenes apasionados tenemos que captarlos para que sean ellos protagonistas de la Radio, para que sean ellos nuestros relevos.

Tenemos que expandirnos y los directores de emisoras tienen que poseer esta visión de sumar a los jóvenes talentosos y con deseos de hacer por la Radio cubana. A esos jóvenes hay que abrirles las puertas y te aseguro que están listos.

La Radio cubana se puede renovar y puede abrirse aún más a las nuevas tecnologías como sucede en el caso de Radio Reloj que se ha abierto a secciones de podcasts y mantiene un canal muy activo en YouTube.

He visto ministros y personalidades dar mensajes y compartir información a través de los servicios de audio y video de Radio Reloj y eso manda un mensaje a aquellos, quienes todavía creen que se necesitan grandes recursos para estas cuestiones.

Claro que no tenemos en muchos casos la tecnología que quisiéramos, pero con lo que tenemos hoy, estoy convencida que podemos hacerlo, si Radio Reloj lo hace, más emisoras en el país también pueden sumarse.

De hecho, lo hacen en Villa Clara, en Camagüey, en Guantánamo, en Pinar del Río y otros territorios del país.

Por supuesto cada quien a su manera y colocando en la red de redes contenidos de interés, pero siempre tengan presente que Radio Reloj ha roto su formato “estricto” o “cerrado” de brindar información para llegar a las redes sociales mediante el uso de las nuevas tecnologías y hoy llegan a todos los públicos y conquistan el ciberespacio.

Radio Reloj es uno de los mejores ejemplos que te dice que la radio cubana no está detenida, sino que se reinventa cada día porque su gente y sus directivos buscan los mecanismos para salir adelante y vencer los obstáculos”.

Una radio que dibuje a Cuba con el sonido

Para Lianet Uley Suárez, directora de Información y Propaganda de la radio cubana, este medio tiene que insertarse con éxito, astucia y fuerza en el contexto desafiante de las tecnologías de la informática y la comunicación, los cuales se encuentran en constante innovación y desarrollo.

Tiene que seguir siendo informativa, educativa, cultural, y sobre todo expansiva. Todas estas funciones deben caracterizarse por ser entretenidas y atractivas, principalmente para los públicos más jóvenes.

“Hay que reevaluar las parrillas de programación, buscando niveles crecientes de participación ciudadana y diversidad, como obligación y principio del servicio público”.

“Una Radio más interactiva, participativa y en constante retroalimentación con un estilo más directo en aquellos segmentos que lo requieran. Una radio que amplíe el número de podcasts, documentales, historias de vida, periodismo de investigación, y de segmentos musicales dirigidos a las exigencias de los diferentes públicos, donde prevalezca lo emotivo como paradigma artístico en todas sus formas de realización”, refiere.

De acuerdo con Uley Suárez, se trata de una radio que tenga más en cuenta las investigaciones científicas; una radio que, como ha sido en las últimas décadas, no solo se sostenga en las torres que reiteran sus señales: “sino en el aliento ético, alegre y digno de nuestros valores sociales, culturales y políticos. Queremos una radio que dibuje a Cuba con el sonido”.

-¿Entre la televisión y el papel que vez más adictivo de las redes sociales, considera que la radio ha perdido protagonismo en Cuba?

“En la era de la tecnología y la información, y con cien años de antigüedad, la Radio sigue siendo protagonista dentro del ecosistema de medios públicos del país. Ningún otro medio mantiene tanto alcance y cobertura. Ningún otro medio posee la calidad de una relación íntima con el oyente. Ningún otro medio tiene un costo de producción que permite continuar en el aire, aún en situaciones económicas complejas. Ningún otro medio tiene alcance y capacidad de llevar información a los lugares más remotos e inaccesibles.

La radio se enfoca más fácilmente en segmentos específicos, jóvenes y adultos, hombres y mujeres…Tiene la capacidad de mantenerse en contacto con el público local y, al mismo tiempo, cubrir eventos nacionales e internacionales. Investigaciones de radio han demostrado que el oyente crea un vínculo emocional con su emisora favorita, incluso mayor que con cualquier otro medio tradicional.

La radio se percibe como un amigo pues acompaña a la gente en todo momento y lugar. Crea la sensación de que siempre hay alguien ahí, detrás del micrófono.

El reto está hoy en continuar conectando las redes sociales y la radio, como dos espacios totalmente complementarios. Esa unión permite enlazar con los públicos desde diferentes frentes, y así lograr una relación más bidireccional y completa”.

La radio cubana no está exenta de laberintos y desafíos

Lo afirma a Cubadebate el ingeniero Rodolfo Pérez Alamino, miembro del Grupo de Desarrollo de la Dirección Técnica de la Radio Cubana y agrega que desde su primera salida al “AIRE”, esta (la Radio) ha tenido que enfrentar enormes retos.

“Consideramos que una de las cosas que primero tuvo que enfrentar fue lo novedoso de una tecnología, que hoy podemos ver con una sonrisa de compasión, por las limitaciones de la misma”.

“Entonces los desafíos eran atraer la atención de las personas, mantener una programación adecuada a los gustos, que son enormemente grandes y de muy variada índole, ser el mejor enfrentando una competencia que crecía por momentos, autofinanciarse de alguna forma, brindar el mejor servicio basado en la modernización del equipamiento en general (incluido los transmisores). En fin, a cada nuevo problema se dio siempre una respuesta adecuada”.

“Los desafíos de la radio actual, la de hoy y mañana, están centrados en un competidor muy fuerte, la televisión. Pero más aún, en la era de la digitalización e Internet tiene más desafíos por delante que cualquiera de los que ya ha vencido en sus más de 100 años de la primera accidentada transmisión (diciembre de 1906) y los 100 que cumple la radio cubana”.

-¿Cuánto obstaculiza hoy el bloqueo yanqui la compra de equipos para la modernización de nuestras emisoras?

“La base tecnológica de la radio, como otras tantas tecnologías que se han mantenido a lo largo de los años, se sustenta en la innovación de sus modos de hacer. Los primeros micrófonos dejaban mucho que desear, pero era el medio de que se disponía. Después las grabadoras de audio en sus diferentes modalidades y así sucesivamente.

Hoy no se piensa ya en esos dispositivos, porque los medios informáticos pueden hacer maravillas, facilitando a los creadores un modo de hacer que mejoren enormemente sus prestaciones. Y estamos entonces hablando de tecnología de punta, una tecnología que la competencia y otros aspectos convierten en obsoletas con mucha rapidez.

Las dificultades económicas para mantenerse en esa “guerra” quedan supeditadas a las restricciones de una economía que está maniatada para moverse libremente en un mundo que multiplica sus requerimientos.

Procesadores y otro grupo de dispositivos de alta tecnología quedan fuera del alcance de la radio cubana que se ve más afectada por los altos costos, porque compite ahora contra necesidades primordiales del pueblo, como la salud y la alimentación, empujados todos cuesta abajo por un bloqueo económico que no deja espacio libre, ni aún en el acceso a determinados sitios de la Internet que bloquean la información y muchas otras cosas. Y solo porque este país no transige cuando se trata de principios, cuando se trata de defender lo que ha costado sangre, sudor y lágrimas”.

-¿Se ha pensado o se trabaja ya en la digitalización de la totalidad de las emisoras cubanas?

“Desde el mismo inicio del proceso de digitalización en las unidades de la Radio se tomó en cuenta que este proceso era de la radio cubana. Esto quiere decir que no quedaría ninguna de nuestras unidades, cualquiera fuera su nivel de subordinación, donde la digitalización no se aplicara.

Los altos costos de introducir una nueva forma de hacer la radio, hizo que trabajásemos de forma escalonada. Recordamos una frase del compañero Raúl que versaba: “sin prisa, pero sin pausa”. Y así se realizó.

A partir del año 2000, todas las unidades de la radio fueron digitalizadas, comenzando por las emisoras nacionales y provinciales, seguidas de las unidades municipales.

En todas nuestras unidades (100) se realizan los procesos de producción y edición, soportados sobre redes informáticas. Por este concepto, podemos asegurar que la totalidad de nuestras unidades de radio han digitalizado sus procesos de producción de programas radiales. Desde el mismo inicio de este proyecto, la unidad productora de programas Radioarte, comenzó a realizar los envíos de música soportados en Disco Compacto.

Recuerdo gratamente como el compañero Moleiro, que estaba en edad de jubilación, la alargó durante meses porque “el quería digitalizar los envíos antes de jubilarse”.

Las primeras transmisiones de flujos de audio hacia la red de redes se realizaron el 13 de agosto de 2003, con un pequeño grupo de emisoras nacionales. Hoy todas las unidades cuentan con ese tipo de transmisión alternativa de su programación radial hacia las redes.

Muchos otros proyectos se han tenido que ralentizar o aplazarlos por los efectos negativos del bloqueo norteamericano. Pero la creación se ha impuesto a las dificultades y nuestros desarrolladores han estado trabajando en numerosas aplicaciones desde el mismo inicio en el año 2000 y lo siguen haciendo. Así es una realidad que contamos con aplicaciones para el trabajo radial porque ha habido hombres y mujeres que se han empeñado en que la dependencia tecnológica se reduzca a CERO de ser posible”.

En la actualidad el sistema de la radio cubana está conformado por una emisora internacional, 6 nacionales, 19 provinciales y 74 emisoras municipales; de las cuales 95 trasmiten en audio real por internet.

Llegue a los radialistas en el centenario de la radio cubana, la más cálida de las felicitaciones por mantener viva una tradición de comunicadores y apasionados que jamás dejará caer el escudo de la verdad en tiempos de videos, directas y redes sociales.

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