Charles Díaz: Para batear, lo más difícil del béisbol, hay que pensar (+ Video)

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Charles Díaz: Para batear, lo más difícil del béisbol, hay que pensar (+ Video)Charles Díaz: Para batear, lo más difícil del béisbol, hay que pensar (+ Video)
El entrenador Charles Díaz. Foto: Angélica ArceMontero/Cubadebate.

Entre sus méritos más conocidos está el de ayudar a pulir a diamantes en bruto, como se hace referencia en el argot popular a quienes, con luz larga, detectan potencialidades en figuras jóvenes.

Eso es Juan Charles Díaz, de 74 años de edad, un visionario que ha dedicado al béisbol 65 años de su vida. Uno puede asegurar que, con solo ver en acción una o dos veces a un pelotero, él sabe lo que da. Y son pocas las apreciaciones en las que se ha equivocado. Así lo confirma la historia de grandes de la pelota cubana como Omar Linares, Alexander Ramos, Alexei Ramírez y Yobal Dueñas.

“Linares era un deportista completo. Pudo haber jugado baloncesto, voleibol… Lo que hubiera querido”, cuenta Charles en el estadio Capitán San Luis mientras espera el inicio de un juego de control entre los integrantes de la preselección de Vegueros para la venidera Serie Nacional.

“Cuando Omar tenía 15 años, fui a la EIDE y lo vi. Esa temporada, al conformar el equipo Forestales, lo propuse para el conjunto. Yo era el director. Recuerdo que algunos entrenadores no estuvieron de acuerdo, dijeron que no se podía quemar etapas, que perdería clases en la EIDE.

“Les comenté que no sería así, que él jugaría nada más cuando la selección estuviera en Pinar del Río, pero que tenía calidad para estar ahí. Y ese fue el despunte de Linares.

Omar Linares, uno de los talentos formados por Charles. Foto: Archivo.

“En el caso de Alexei, te puedo decir que empezó conmigo en la academia. Muchos creían que sería jardinero central; otros, segunda base. Yo siempre pensé que tenía las condiciones idóneas para ser torpedero.

“Y ahí fue donde se desarrolló. Hubo un momento en que estuvo entre los mejores peloteros de Cuba y hasta en Grandes Ligas brilló en el campo corto.

“Para hablarte de Alexander, por supuesto, remontémonos a la Isla de la Juventud. Un año en que el equipo de ese territorio estaba mal, nos enviaron para allá a José Manuel Cortina y a mí.

“Cuando llegamos, no teníamos torpedero y estábamos formando el conjunto. Alexander estaba en el entrenamiento, empezaba como jugador. Al verlo, dije que él no era short, que daba una buena segunda base. Entonces, lo pasamos para esa posición.

“Ya había otro camarero, pero yo veía en ese rol a Alexander. Así surgió. Le dedicamos muchas horas de trabajo y triunfó. Fue el hombre de hierro de la pelota cubana.

“Por último, me preguntaste por Yobal Dueñas. Yobal tuvo una etapa en la que presentó problemas en la mecánica de bateo. Un día, se me acercó y hablamos. Luego hizo el Cuba. Igual, en un momento de sus carreras me consultaron Lázaro Arturo Castro, Luis Alberto Guerra, Yosvani Madera… He trabajado con muchos atletas. Vivo orgulloso”.

A pesar de los años, Charles se mantiene activo. Foto: Angélica ArceMontero/Cubadebate

¿Cómo llega entonces a ser entrenador? ¿Por qué el apodo de Charles?

−El Charles me lo puso un activista habanero, cuando yo viví un tiempo allá. Aunque debo aclarar que soy pinareño. Pero a los nueve años me trasladé hacia la capital, junto con mis padres.

“Entonces, como te decía, ese activista del Inder me comparó con un jugador profesional de aquellos tiempos que se llamaba igual (Charles Neal). Empezó a decirme así y se quedó Charles como nombre de ‘combate’ en el béisbol.

“Regresé a Pinar del Río tras graduarme del Fajardo como profesor de  Educación Física. Todo fue porque, ya licenciado, el entrenador Asdrúbal Baró me sugirió que fuera para Pinar, que ahí tendría más oportunidades para jugar pelota, teniendo en cuenta que yo estaba en la preselección.

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“Le hice caso y vine. Me convino, porque mi familia completa era de aquí. Después de jugar cinco Series Nacionales, empecé como entrenador.

“Al llegar a la provincia, se retiró el mánager de Forestales y me designaron director del equipo. Estuve mucho tiempo al frente de Forestales. Después, me mantuve cinco años en la liga de desarrollo cuando empezó Alfonso a dirigir, y posteriormente fui técnico en las Series Nacionales, con Jorge Fuentes y el propio Urquiola”.

Charles Díaz ha dirigido 14 campeonatos en Cuba. Ha llevado las riendas de Forestales, la Isla de la Juventud y Pinar del Río, en 2005. Además, colaboró con el béisbol italiano durante más de una década, en Florencia. 

¿Y de dónde ha salido ese olfato para detectar el talento?

−Eso uno lo lleva adentro desde que nace y luego lo desarrolla. Pienso que la vista es muy importante, y también estar dentro de un terreno de pelota, donde ves las particularidades que otros no ven. Eso me ayudó mucho, además de confrontar con la gente y el diálogo con atletas y entrenadores de calidad.

“No es que uno sea un mago; uno va viendo, comparando. Siempre nos guiaron entrenadores experimentados como José Joaquín Pando, Lázaro Rivero, Ramón Carneado. Tuve profesores buenos y esos consejos uno los va asimilando.

“Así logré una visión diferente a la de algunos sobre el juego de pelota, porque se debe ir al detalle cuando vemos un partido. Saber quién no corrió bien las bases, por qué no se tocó la bola, si se perdió el choque en el primer inning. Y a todas esas particularidades les vas sacando provecho”.

El entrenador Charles Díaz aconseja a los jóvenes bateadores pinareños. Foto: Angélica ArceMontero/Cubadebate.

¿Aplica eso actualmente? ¿A qué se dedica?

−Estoy recontratado en el Inder, porque llevaba jubilado ocho años. Trabajo con la preselección de Vegueros en el área de la ofensiva, junto a Luis Giraldo Casanova.

“Tratamos de ayudar en el pensamiento táctico, porque las condiciones físicas las tienen. A veces, del cuello hacia abajo son jugadores buenos, pero del cuello hacia arriba… piensan poco. Entonces, lo que buscamos es que piensen, porque para batear, que es lo más difícil en el béisbol, hay que pensar.

“Te digo que pararse en el cajón de bateo no es fácil. Fíjate si es así, que un bateador puede fallar siete de diez veces y sigue siendo un gran bateador. Pero de lo que estamos hablando es de la mentalidad y la capacidad que tengas para explotar tus potencialidades.

“Si no eres un bateador de fuerza, no es para que trates de dar jonrones, se te debe especializar y darte la posibilidad de que te encuentres tú mismo. Nadie es mago para decirte con una varita mágica: ‘Vas a batear’. El entrenador da las armas y el jugador debe guardarlas y desarrollar.

“Igualmente, el profesor tiene que ser un hombre de ética, honesto; estar preparado en lo que hace, ya sea en una jornada de trabajo o unidad de entrenamiento, como le llamamos, o en el propio juego.

“También, tener la visión de adelantarse a los acontecimientos durante la preparación o en el partido de pelota. Y por último, se debe tener vocación, porque si no te gusta el béisbol, no lo enseñarás con calidad”.

A pesar de que trabajó en el exterior muchos años y de ser un entrenador  altamente cotizado, optó por continuar en Cuba…

−Me gustaba mi trabajo. Y siempre iba a enseñar con el corazón. Nunca pensé quedarme en otro país, aunque haya prestado servicios en varias naciones de Europa y América. Primero, me place vivir en Cuba y, segundo, tenía una familia detrás y debía atenderla.

“Hoy, tengo dos hijas, un hijo y cuatro nietos. Una de mis hijas se hizo entrenadora de natación; mi hijo, Juan Carlos Díaz, pelotero. Fue campeón nacional dos veces, con Urquiola y Jorge Fuentes. Ahora, ¿quién sabe si alguno de mis nietos sorprende y me sale deportista?”.

Charles, siempre detrás del talento. Foto: Angélica ArceMontero/Cubadebate.

El equipo hace al mánager

¿Cuáles son sus consideraciones sobre el béisbol cubano actual?

−Hay que mejorar en la logística. Se están yendo muchos atletas, porque no hay un aseguramiento y no tienen los problemas resueltos, pero aquí siempre habrá talento.

“Antes, se iban los atletas hechos, ahora se los llevan de 14 y 15 años. Y en Cuba hay buenos entrenadores que los podrían formar. Durante décadas, ha habido buena estructura, excepto en la academia, pero, a pesar de eso, se ha garantizado la continuidad.

“Sin embargo, se ha perdido la logística, el acompañamiento necesario. Hay quienes no saben hacer las cosas y no llaman a la gente cuando debe ser y cuando hay que ponerla en su lugar. Eso también influye.

“Soy de los que cree que el béisbol cubano se puede recuperar, pero debe haber más apoyo. Si no lo hay, los atletas empiezan a sacar cuentas de que el sueldo no les da para sostener a sus familias, o tienen problemas de vivienda y transporte, como todos en el país. Entonces, empiezan a ver otras posibilidades afuera”.

¿Qué elementos son necesarios para dirigir un equipo de béisbol? ¿Qué opina de los directores en Cuba?

−Dirigí muchos años y te diría que la función más impagable que hay es la director de equipo, porque eres el máximo responsable de todo lo que pasa y nunca van a pagar los peloteros, lógicamente.

“Dirigir es un arte, al igual que lanzar, como dirían José Manuel Cortina y Jesús Guerra, ya fallecido.

“A veces, no es solo conocer de béisbol, sino de psicología, y seguir a los jugadores: su situación económica, cómo se comportan, si cumplen la relación trabajo-descanso, uno de los principios del entrenamiento deportivo. Hay gente que nace con ese don y lo desarrolla, pero, como siempre digo, ‘el mánager no hace al equipo, el equipo hace al mánager’.

“Cualquiera puede tener un buen conjunto y lograr resultados, pero eso no quiere decir que sea un buen director. Dirigir una selección de béisbol es más difícil que dirigir una empresa, por el mismo carácter de los atletas.

Mi referente en ese sentido es Ramón Carneado. Era un pedagogo y un gran ser humano, pero a la vez muy técnico, porque conocía el béisbol”.

Charles desde la jaula de bateo asesorando la ofensiva. Foto: Angélica ArceMontero/Cubadebate

¿Cuál es su criterio sobre el equipo Cuba que jugará en el Quinto Clásico Mundial?

−Es competitivo. Si no se producen cambios de última hora, está en buenas condiciones. Tiene buen picheo y defensa. Los bateadores se deben ir adaptando al picheo extranjero, porque durante todo este mes de febrero han topado.

“Es verdad que los lanzadores contrarios tienen repertorio, velocidades, lanzan desde varios ángulos y nuestros bateadores no ven eso en Cuba, pero con los encuentros de confrontación cogerán el ritmo.

“‌Por otra parte, la ofensiva debe mejorar, porque muchos son bateadores que tienen talla, vienen de ligas profesionales y pueden hacer un buen papel. Estoy seguro de que estaremos en la segunda parte del Clásico”.

***

Diciendo esto, Charles se dispone a que le grabe un video sobre las características que debe tener un entrenador, especialmente dirigido a quienes comienzan en la profesión.

Con paciencia, recorre conmigo el Capitán San Luis y finalmente encontramos un sitio donde no molesta el sol pinareño, ya fuerte a las diez de la mañana. “‌Esto es como el bateo, antes de hacerlo, hay que pensarlo bien”, comenta y empiezo la grabación. Declaraciones como las de Charles son para archivar, porque de pelota sí sabe y pocas veces se equivoca.

Charles ha dedicado más de 60 años a la enseñanza del béisbol.Foto: Angélica ArceMontero/Cubadebate.
La preselección veguera ya entrena para la próxima Serie Nacional. Foto: Angélica ArceMontero/Cubadebate

En video, declaraciones de Charles Díaz

Tomado de Cubadebate

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