Siempre que el año dice adiós, hacemos un recuento de lo vivido y sobre todo miramos al futuro.
Este sin dudas, ha sido un año complejo y difícil para Cuba y los cubanos. Por esa suerte de apego a lo nuestro, casi siempre escogemos despedir el año en familia y con los amigos, hay rostros en los que puedes distinguir cercanía, apoyo, ánimo, aliento, confianza en el camino a transitar.
Las calles que cada día desandamos visten mejores galas, las fachadas tienden a reflejar en colores la llegada de una nueva etapa en la que siempre nos proponemos metas, realizaciones personales y colectivas.


Víspera de Año Nuevo, preparamos celebraciones cargadas de ritos y costumbres. Tirar agua, salir con una maleta, poner dinero en los zapatos, quemar un muñeco o vestir de color rojo son de esas creencias que pasamos de una generación a otra, confiados en que algo bueno nos traerá.
En el hogar, rodeados de la gente que queremos y nos quiere, escuchando y bailando música cubana despediremos el 2023 y celebraremos, dando la bienvenida a un nuevo año, el triunfo 65 de la Revolución.






