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De La Quimbería a Fina Estampa, la historia de lo posible

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la quimbería
En La Quimberia, la idea de transformar las precarias condiciones de sus pobladores parecía imposible a inicios de marzo.

Techos hundidos, paredes levantadas con cuanto material apareció, letrinas como servicio sanitario y falta de agua potable, retrataban las maltrechas viviendas de familias que encontraron allí, un sitio para construir sus hogares al más genuino estilo de los quimbos africanos. Una realidad urgida de cambios.

Mi casa era muy viejita, tumbada a un lado, en pésimas condiciones. Hasta aquí vino el Secretario del PCC, me dijo que la tumbara que al otro día comenzaba la reconstrucción, y no quedó mal conmigo. Ahora tengo una nueva, no me mojo, y no entra el viento.

La localidad, perteneciente al Consejo Popular Buena Vista, en el municipio pinareño de San Luis, cambia la imagen y el rostro de mujeres como Yanelys, madre de cuatro hijos, entre ellos una pequeña que añora disfrutar de la privacidad de su propio cuarto.

Como no voy a estar feliz, con mis propios recursos no lo había logrado, ahora con la ayuda que recibimos, y nuestro apoyo pronto podremos tener y a nueva casa y mi hija más pequeña disfrutar de su propio cuarto, que es lo q más añora. Antes dormía junto a su hermano.

Allí, con la ayuda del delegado, la colaboración de varios organismos y entidades locales, el programa de reanimación de la barriada es palpable en la edificación de las primeras 12 viviendas del plan previsto, la reparación del círculo infantil así como el mantenimiento constructivo al consultorio del médico y la enfermera de la familia.

A la par, mejoras en la prestación de servicios telefónicos y de conectividad se conciben para los habitantes de todo el Consejo Popular de Buena Vista, entre los cinco pendientes para que la provincia logre cubrir en su totalidad la demanda de acceso a la navegación en Internet.

La Quimbería cambia para bienestar de su gente. Este 26 de Julio, Yanelys, Simona y demás propietarios de los nuevos inmuebles festejarán como nunca la trascendencia de aquel día, 69 años después, donde el programa del Moncada cobra vida desde un sitio que ahora muestra su fina estampa.

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